Graham Greene
El impasible
JOSÉ LUIS LOARCE
Ciudad Real 27 ABR 1985
Con mirada azul y reposada tez transparente, traje de lino color crema, las manos recogidas atrás, Graham Greene observaba tranquilo el rodaje de uno de los pianos de la película Monseñor Quijote, una y otra vez repetido hasta que el director Rodney Bennett gritaba el OK correspondiente.En la calle de San Antonio de El Toboso, blancas calles de cal estos días en trance de arreglo de pavimentos, los vecinos estiraban los ojos para alcanzar a ver la cámara y cómo sucedía el travelin hacia atrás. Preguntaban quién era ese extranjero impasible aparcado en la acera. El autor de El tercer hombre y de otros libros llevados con éxito al cine ha pasado por La Mancha fugazmente. Y sin conceder entrevistas. Los dos días que ha estado entre Alcázar de San Juan y El Toboso ha sorteado con habilidad a los periodistas que se acercaban al lugar. Acompañado en todo momento por un sacerdote español, el padre Durán, que con una palmadita en la cara justificaba el cansancio de este escritor de 80 años, autor de más de 30 novelas, libros de viajes y ensayos.
El padre Durán ha sido también el consejero religioso de la película. En el filme, los curas -es sabida la especial importancia que tiene la confesión católica en Graham Greene- ocupan un preponderante papel. No en vano el protagonista de la novela en la cual se basa es un religioso.
De la mano del sacerdote Durán, Graham Greene hizo turismo en tierras cervantinas. Él ha vuelto ahora simplemente como aficionado a los viajes
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 27 de abril de 1985
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