Páginas

viernes, 9 de octubre de 2009

Herta Müller / Paisajes de la apátrida

Herta Müller

Paisajes de la apátrida



CECILIA DREYMÜLLER
9 OCT 2009



Enajenación respecto al propio país, la vida bajo la dictadura y la búsqueda de una patria nueva son los temas que Herta Müller maneja como variaciones, con dolorosa insistencia, en su amplia obra, que abarca una veintena de libros de narrativa, ensayo y poesía. Esta, hasta hoy, más bien marginada escritora señala con títulos como Lo cierto es que no me hicieron nada (poesía) o La mirada extraña o el pedo en la farola (ensayo) el fondo autobiográfico de un proyecto literario altamente politizado y sustentado por una escritura dura, lúcida, mordaz y de alto vuelo poético.
La fama de autora revelación perseguida por la Securitate precedía en Alemania la publicación de su primer libro, el turbador tomo de relatos En tierras bajas (1990). Herta Müller se negó a colaborar con los servicios secretos de la Rumania de Ceausescu y fue represaliada durante años en su patria -cuyo régimen le impidió publicar- hasta que logró escapar en 1987 a Alemania, donde ha sido galardonada con todos los grandes premios literarios.

Herta Müller indaga en las consecuencias psicosociales del sistema totalitario, basado, en el caso de Rumania, en la represión, la violencia y la complicidad de un catolicismo trasnochado. Sus primeros relatos y novelas -entre los que destacan La piel del zorro y La bestia del corazón- describen el miedo cotidiano ante el terror de unos personajes aislados, sometidos a confinamiento y tortura, al borde del suicidio. Las experiencias de Müller, primero con el comunismo y el pasado nazi no asimilado, luego con la existencia del emigrante de un país del Este, se traducen no sólo en inquietantes historias sobre la aniquilación psíquica del ciudadano disidente, sino también en imágenes de enorme densidad poética y gran sensualidad.
Su novela más reciente, Columpio del aliento, publicada este verano, se adentra en un oscuro capítulo del pasado de la población alemana de Rumania que, como la madre de la autora, fue deportada a la URSS tras la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, la novela va más allá de la crónica del Gulag: recrea la vivencia de un deportado que sobrevive gracias a la poesía. Este inquietante documento de un mundo sin esperanza se ilumina con la indignación poética de Herta Müller.
Cecilia Dreymüller es autora de Incisiones. Panorama crítico de la narrativa en lengua alemana desde 1945 (Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de octubre de 2009

No hay comentarios:

Publicar un comentario