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viernes, 31 de julio de 2015

Asif Kapadia / Amy Winehouse sólo era alguien que deseaba ser amada

Asif Kapadia

Amy Winehouse solo era 

alguien que deseaba ser amada

Biografía

“Me hubiese gustado ser amigo de Amy Winehouse”

"Tenía que haberse quedado actuando en clubs de jazz ante cincuenta personas. Hubiese sido feliz así. No estaba hecha para ser una estrella de pop. Y mucho menos para la fama."

Hoy llega a las salas de cine el documental sobre la cantante que ha enfadado a su familia. Hablamos con su director, Asif Kapadia

HÉCTOR LLANOS MARTÍNEZ 17 JUL 2015 - 10:44 CEST




El documental sobre Amy Winehouse de Asif Kapadia nos devela a esa muchacha londinense sin cardado ni eyelinerextremo, a la chica hipersensible que no supo afrontar el vacío entre dos padres divorciados. Es la Amy a puerta cerrada, más allá de los tabloides. Y papá Mitch se ha cabreado mucho. El director nos habla de la cantante antes de que la película se estrene en salas españolas este viernes.
¿Qué te sorprendió de Amy?
Todo el mundo habla de su voz, pero una de las cosas que descubrí y que más me sorprendieron de ella al hacer el documental es lo increíblemente buenas que eran sus letras. También su sentido del humor. Me ha hecho reír. Tanto que me hubiese gustado ser su amigo, salir por ahí con ella. Una vez que conoces quién era, te encuentras a una chica joven, feliz, inteligente, divertida, cool
¿Cuáles fueron las razones que le llevaron al desastre?
Es complicado apuntar a las causas, aunque sabemos seguro que fueron varias y que algunas de ellas se manifestaron ya siendo ella muy joven. Solo era alguien que deseaba ser amada. Lo que le ocurría es que no se sentía lo suficientemente querida como para amarse a sí misma. Eso le creó un gran problema de autoestima.
Una posible salvación
Tenía que haberse quedado actuando en clubs de jazz ante cincuenta personas. Hubiese sido feliz así. No estaba hecha para ser una estrella de pop. Y mucho menos para la fama.
Love is a losing game
Aunque parezca que Blake Fielder-Civil se aprovechaba de ella y era quien le inducía a las drogas, había una conexión sincera entre ambos. Amy buscaba a alguien todavía más dañado que ella, que le distrajera de sus propios problemas. Eran como Bonnie & Clyde. Él no era un santo, pero de no haber sido Blake ella hubiera encontrado un hombre similar.
Mucho con lo que lidiar
Era un ser de sensibilidad extrema. Escribía canciones para canalizar todo lo que le ocurría en la vida de un modo íntimo. Cuando esas canciones se convirtieron en un disco de éxito mundial su vida se complicó mucho. Y encima el novio que le había roto el corazón y del que hablaba en el álbum regresa a su vida.
Arma de doble filo
Su sensibilidad era su don divino y también su yugo. Muchos han pasado por el divorcio de sus padres, pero ella se tomaba todo demasiado a pecho. Se sentía sola. Y tener un contrato de 250.000 libras con apenas dieciséis años es muy duro cuando no cuentas con una persona cercana que verdaderamente te guíe y te proteja.
Crueldad intolerable
Los medios y la audiencia nos comportamos como auténticos unos idiotas hasta el último momento. Llegué a escuchar a periodistas el día de su muerte celebrando que lo hiciera a los 27, porque era muy cool. Ojalá hubiera llegado a los 30 o a los 40 y hubiese tenido la oportunidad de madurar.
Inolvidable
Dejó tal huella entre la gente que realmente llegó a conocerla que muchos de ellos seguían llorando al recordarla. Grabamos solo los audios de las conversaciones y, al no haber una cámara que los intimidara, se abrían mucho más.
Estrellas protegidas
En la industria de la música debería existir un puesto de trabajo para que una persona se encargara exclusivamente de que su artista no resulte herido ante la vorágine a la que se expone. Es algo que a Amy y a muchos otros les hubiese sido muy necesario.



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