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miércoles, 29 de mayo de 2013

Nuno Júdice / Premio Reina Sofía de Poesía


Nuno Júdice

Un acuario del ser

El universo del portugués Nuno Júdice queda recogido en una antología que resume casi tres décadas de su poesía. En ella queda patente su dominio de un lenguaje instaurado y nutrido de la realidad del nuevo siglo, así como su carácter intimista e incisivo.


Por Antonio Ortega
EL País, 23 de agosto de 2003


Casi tres décadas de la poesía de Nuno Júdice (Mexilhoeira Grande, El Algarve, 1949) se reúnen en esta Antología traducida y prologada por Vicente Araguas, las que van de su lejano primer libro, La noción del poema (1972), hasta Líneas de agua (2000), y en las que su amplia y torrencial escritura se ha impuesto como una de las más elocuentes de la literatura portuguesa del último tramo del siglo XX. A lo largo de los años su poesía ha evolucionado desde la imaginación teórica de sus inicios hasta la puesta en cuestión de esos principios doctrinales. Cada vez más, los fundamentos teóricos han encontrado apoyo en hechos particulares, en la relación entre vida y poesía, en la materia sensible que hace que ambas participen de la misma naturaleza: lo real ha ido imponiendo sus derechos, y el poema construye y guarda la memoria del mundo.

ANTOLOGÍA

Nuno Júdicez
Traducción y prólogo de Vicente Araguas
Edición bilingüe
Visor. Madrid, 2003
247 páginas. 10 euros
Una cosa es lo real, y otra la realidad transformada y devorada que nos ofrece el poema, y a través de la cual gana su sentido. Esto es evidente desde Lira de liquen (1985), pues frente a la facultad de sentir, no parece existir una teoría capaz de delimitar la imprevisibilidad de los sentimientos. No queda entonces, de acuerdo al título de uno de sus libros, sino establecer una Teoría general del sentimiento (1999). Las palabras se hacen entonces dóciles y resignadas, "descienden al nivel de los sentimientos, beben / la misma sangre con que se hace vivir las emociones, / y sirven de alimento a otros que las leen como si, en ellas, / estuviese la verdad del mundo". Captar lo que de la vida importa, aunque sólo sea un instante. Sus poemas son historias cosmopolitas, pequeñas biografías de los sentimientos, algo más que metáforas y juego de imágenes. Existen porque dicen el mundo y la experiencia de la vida, cuentan con el peso y la calidad de las palabras.
El poema tiene sus propias leyes, su lenguaje interior: "Sobrepongo al mundo el lenguaje; saco / palabras de dentro de lo que pienso y de lo que hago, como / si pudiesen vivir, ahí, peces verbales en el / acuario del ser". Para llegar a ese punto hay que partir de "esa charca de fondos movedizos" que es la memoria y la pureza originaria de lo humano, una capacidad de evocación patente desde Meditación sobre ruinas (1994).
Esta Antología es la de un poeta diverso, elegiaco y vibrante en su contenido ejercicio de sensibilidad, cartógrafo luminoso de emociones declaradas en el perfecto equilibrio con que construye el verso. Pero es también la narración del aprendizaje, de la evolución de un poeta que se teje y desteje en sus poéticas, capaz de ver "el rostro que desaparece en la ventana, / cuando nos interrogamos sobre la existencia". Aquí está el Nuno Júdice más lírico, el narrativo e irónico, el fabulador de una realidad que como espesa llama nace en la plenitud de la elipsis de lo cotidiano. Y que defiende las complicaciones y las simplezas de una poesía definida como "una elocuencia restituida a su lugar originario de pura esencia discursiva".

http://elpais.com/diario/2003/08/23/babelia/1061596226_850215.html

Ofrenda

NUNO JÚDICE 8 FEB 2003
¿Qué tengo para darte? Una gramática de sentimientos,
verbos sin el complemento de una vida, los sustantivos
más pobres de un vocabulario íntimo -el amor, el deseo
la ausencia. ¿Qué frase construiremos con tan poco? ¿A
qué léxico de la paciencia le robaremos lo que nos falta?
Entonces te ofrezco otra casa. Las paredes tienen la
consistencia del verso; el techo, el peso de una estrofa.
Te abro sus puertas; y el sol entra por la ventana de
una sílaba, con su fuego vocálico, como si una
palabra pudiese mitigar el frío que te envuelve.
Y te pregunto: ¿qué otras palabras quieres? ¿La música
sonora de un ocio? ¿El espeso manto con que se escribe
el terciopelo? ¿El fondo luminoso del azul? Podría darte
todas las palabras en la caja del poema; o prestarte
el canto efímero en el que se esconden del mundo.
Pero no es eso lo que me pides. Y la vida que pulsa
entre adverbios y adjetivos se esfuma deprisa
cuando intentamos seguir la línea del verso. ¿Qué queda?,
me preguntas. Un encuentro en el rincón de la memoria. Risas,
lágrimas, el tierno murmullo de la noche. Nada, y todo.

(Oferta) O que tenho para te dar? Uma gramática de sentimentos, / verbos sem o complemento de uma vida, os substantivos / mais pobres de um vocabulário íntimo -o amor, o desejo, / a ausência. Que frase construiremos com tão pouco? A / que léxico da paciência iremos roubar o que nos falta? // Então, ofereço-te uma outra casa. As paredes têm a / consistência do verso; o tecto, o peso de uma estrofe. / Abro-te as suas portas; e o sol entra pela janela de / uma sílaba, com o seu fogo vocálico, como se uma / palavra pudesse aquecer o frio que te envolve. // E pergunto-te: que outras palavras queres? A música / sonora de um ócio? O espesso manto com que o veludo / se escreve? O fundo luminoso do azul? Poderia dar-te / todas as palavras na caixa do poema; ou emprestar-te / o canto efémero em que se escondem do mundo. // Mas não é isso que me pedes. E a vida que pulsa / por entre advérbios e adjectivos esfuma-se depressa, / quando procuramos seguir a linha do verso. O que fica?, / perguntas-me. Um encontro no canto da memória. Risos, / lágrimas, o terno murmúrio da noite. Nada, e tudo.
Nuno Júdice (El Algarve, Portugal, 1949) es autor del libro de poemas Un canto en la espesura del tiempo (Calambur). Traducción de Mario Merlino.



El portugués Nuno Júdice gana el Premio Reina Sofía de Poesía

El galardón se concede desde 1992 al conjunto de la obra poética de un autor vivo destacado del mundo iberoamericano


    El escritor Nuno Judice. / DANIEL MORDZINSKI
    El poeta portugués Nuno Júdice (Mexilhoeira Grande, El Algarve, 1949) ha ganado hoy el XXII Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. El galardón, instituido en 1992 y dotado con 42.100 euros, se concede al conjunto de la obra poética de un autor vivo del ámbito iberoamericano. Júdice es el segundo escritor portugués y el tercero de su lengua en ingresar en ese palmarés.
    Nuno Júdice, que enseña literatura comparada en la Universidad de Lisboa y dirigió la Casa de Poesía de Fernando Pessoa, es poeta el más influyente de Portugal y uno de los más prolíficos de Europa. Desde que en 2000 reunió su poesía completa hasta entonces -una veintena de títulos desde que debutara en 1972 con Noción de poema-, ha publicado nueve libros de versos más. De hace tan solo unos meses es Fórmulas de uma luz inexplicável. Recientes son también la novela La implosión y el ensayo El ABC de la crítica, en el que expone su particular visión del canon literario como algo "abierto, dinámico, sometido a la influencia de la coyuntura social y económica". Así lo explica el poeta, traductor y profesor de la Universidad de Évora Antonio Sáez Delgado, que destaca la doble importancia de un premio como el concedido hoy. Por un lado, reconoce por tercera vez a la literatura en portugués 10 años después de que el Reina Sofía recayera en la portuense Sophia de Mello Breyner (el brasileño João Cabral de Melo Neto lo había obtenido en 1994). Por otro, lo hace subrayando en todo el ámbito iberoamericano la obra de "la voz más importante" de la lírica portuguesa actual. Lira de líquen (1985), Las reglas de la perspectiva(1990), y Meditación sobre ruinas (1995) son algunos de sus títulos más celebrados.
    "A lo largo de los años su poesía ha evolucionado desde la imaginación teórica de sus inicios hasta la puesta en cuestión de esos principios doctrinales", escribió en 2003 el crítico español Antonio Ortega al comentar la antología de la obra de Júdice preparada por la editorial Visor con traducción de Vicente Araguas. "Cada vez más, los fundamentos teóricos han encontrado apoyo en hechos particulares, en la relación entre vida y poesía, en la materia sensible que hace que ambas participen de la misma naturaleza: lo real ha ido imponiendo sus derechos, y el poema construye y guarda la memoria del mundo". Para Sáez, Júdice es el gran maestro del "nuevo realismo" portugués y su influencia entre los autores jóvenes es definitiva. El suyo es un mundo cotidiano que se aleja de la voz más abstracta de grandes autores como Herberto Helder pero no pierde de vista el misterio de la realidad."Poesia figurativa trascendente" es la expresión que usa Sáez Delgado para referirse a una obra en la que los elementos intangibles de la realidad funcionan como si tuvieran una entidad rotundamente física. "Sobrepongo al mundo el lenguaje; saco / palabras de dentro de lo que pienso y de lo que hago, como / si pudiesen vivir, ahí, peces verbales en el / acuario del ser", ha escrito.
    Y así arranca "Receta para hacer el azul": "Si quieres hacer azul,/agarra un trozo de cielo y mételo en una olla grande,/que puedas llevar al fuego del horizonte;/después mezcla el azul con sobras de rojo/de la madrugada, hasta que se deshaga;/vacía todo en un bacín bien limpio,/para que no quede nada de las impurezas de la tarde".
    "Escribo a partir de imágenes concretas sobre ciudades, la naturaleza o memorias de mi infancia, y desde ahí comienzo para que el poema encuentre su lógica y armonía", explicó hoy a la afencia EFE al conocer el fallo del jurado del Premio Reina Sofía. "No puedo separar mi vida de la poesía". 
    En España, la prolífica producción lírica de Nuno Júdice ha sido publicado por sellos como Hiperión, Visor, Pre-Textos o Calambur en versiones de traductores (y poetas) como Ángel Crespo. Ángel Campos Pámpano, Mario Merlino, Jesús Munárriz, José Luis Puerto o Martín López-Vega.
    El Reina Sofía de Poesía lo han obtenido poetas como el nicaragüense Ernesto Cardenal (2012), la cubana Fina García Marruz (2011), el argentino Juan Gelman, el mexicano José Emilio Pacheco, la preuana Blanca Varela o los españoles Claudio Rodríguez, José Manuel Caballero Bonald, Antonio Gamoneda, José Ángel Valente, Pablo García Baena o Francisco Brines.
    El jurado de esta edición lo han integrado José Rodríguez-Spiteri Palazuelo, Presidente de Patrimonio Nacional, Daniel Hernández Ruipérez, Rector de la Universidad de Salamanca, Luis María Ansón, de la Real Academia de la Lengua, Ernesto Cardenal Martínez, poeta galardonado en la edición 2012, Ana Santos Aramburo, Pilar Martín-Laborda y Bergasa, José Miguel Santiago Castelo, José Manuel Mendes, Luis Antonio de Villena, Jaime Siles, José Manuel Caballero Bonald, Soledad Puértolas Villanueva, Francisca Noguerol Jiménez, Antonio Sánchez Zamarreño, Noni Benegas, Jeanette Lozano Clariond, Anunciada Fernández de Córdoba y Alonso-Viguera y decretaria del Premio Esther Martínez Quinteiro.

    Los vencedores del premio Reina Sofía de Poesía

    1992 Gonzalo Rojas (Chile)
    1993 Claudio Rodríguez (España)
    1994 João Cabral de Melo Neto (Brasil)
    1995 José Hierro (España)
    1996 Ángel González (España)
    1997 Álvaro Mutis (Colombia)
    1998 José Ángel Valente (España)
    1999 Mario Benedetti (Uruguay)
    2000 Pere Gimferrer (España)
    2001 Nicanor Parra (Chile)
    2002 José Antonio Muñoz Rojas (España)
    2003 Sophia de Mello Breyner (Portugal)
    2004 José Manuel Caballero Bonald (España)
    2005 Juan Gelman (Argentina)
    2006 Antonio Gamoneda (España)
    2007 Blanca Varela (Perú)
    2008 Pablo García Baena (España)
    2009 José Emilio Pacheco (México)
    2010 Francisco Brines (España)
    2011 Fina García Marruz (Cuba)
    2012 Ernesto Cardenal (Nicaragua)
    2013 Nuno Júdice (Portugal) 


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