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jueves, 23 de octubre de 2025

Mauricio Vargas / El candidato ideal




El candidato ideal

La gente quiere propuestas y esperanza: los discursos catastrofistas ahuyentan a los votantes.



11 de octubre de 2025
Mauricio Vargas

Mientras la izquierda avanza hacia su consulta interna para escoger candidato presidencial el 26 de octubre, entre el comunista Iván Cepeda, la ultrapetrista Carolina Corcho y el procesado por corrupción Daniel Quintero, el centro y la derecha mantienen un abanico amplio de aspirantes. Las posibilidades de estos postulantes se irán aclarando de noviembre en adelante, después de terminar, el 31 de octubre, la veda de encuestas que impuso la ley.

¿Qué cualidades necesita el candidato ideal para derrotar al petrismo? Lo primero es no pertenecer a la derecha radical, y en esa medida habría que descartar a uribistas extremos como María Fernanda Cabal. En 2018, Iván Duque venía de la derecha, pero su discurso era el más moderado de esa ala, y por eso los votantes centristas definieron a favor suyo la elección. En 2022, Gustavo Petro se vendió como moderado –antes de radicalizarse en el segundo año de su mandato–, y esa mesura inicial le permitió conquistar buena parte del voto centrista sin el cual es imposible ganar la segunda vuelta.
Ese candidato ideal debe, además, conquistar una gran porción del voto joven: el 18 % de los electores tienen entre 18 y 25 años, y un 21 % adicional, entre 25 y 35. Hace cuatro años, la derecha olvidó a esa franja y Petro se la apropió. Esta vez las cosas deben ser diferentes. Aspirantes como el centrista Juan Daniel Oviedo y el liberal Mauricio Gómez están trabajando bien en eso.
Después de más de tres años de despelote cotidiano de Petro, los electores de centro y derecha quieren seriedad. Pero ojo: no quieren un candidato acartonado. Eso explica que aspirantes como Vicky Dávila –cálida y cercana a la gente, y quien no olvida al centro– y Abelardo de la Espriella –con sus desbordes de humor– hayan marcado buenos puntajes en estos meses. El exminhacienda Mauricio Cárdenas, el exmindefensa Juan Carlos Pinzón y el exsenador David Luna, hasta hace poco paradigmas de la rigidez cachaca, están haciendo esfuerzos por mostrarse más relajados.
Cárdenas y Pinzón deben aprovechar una fortaleza que, si saben transmitirla, les rentará: su experiencia. Ante la catastrófica gestión de Petro y su gabinete circense, los votantes quieren a alguien que conozca el Estado y sepa manejarlo. Ambos deben esforzarse por poner en evidencia esa ventaja, de modo ingenioso e impactante, en las redes sociales.
A los candidatos de centroderecha y derecha, unos consejos generales: no basta con atacar a Petro, no basta con hablar de seguridad, no basta con decir que la economía va muy mal o que el Gobierno es corrupto, aunque eso sea cierto. La gente quiere propuestas y algo de esperanza. Los discursos catastrofistas ahuyentan a los votantes.
Si algunos candidatos de la derecha lucen demasiado lejos de la franja centrista, Sergio Fajardo –líder del centro– tiene el problema inverso: le cuesta recoger votos de derecha. Las encuestas previas a la veda indicaban que el centro reúne 24 % de la intención de voto, mientras la derecha se acerca a 34 % y la izquierda a 25 %. Fajardo sabe que, ante la polarización, los votos de centro no bastan para pasar a segunda vuelta. Profundizar en la difusión de sus ideas sobre seguridad y manejo de la economía puede ayudarlo.
No basta con decir que la economía va muy mal o que el Gobierno es corrupto, aunque eso sea cierto. La gente quiere propuestas y algo de esperanza. Los discursos catastrofistas ahuyentan a los votantes
A quienes se afanan porque aún no aparezca con claridad un candidato antipetrista, les digo –como en pasadas columnas– que no por mucho madrugar amanece más temprano. Andrés Pastrana en 1998, Uribe en 2002, Santos en 2010 y Duque en 2018 solo asomaron con fuerza en las encuestas de inicios de febrero, cuatro meses antes de ganar. El tema ahora no es tanto liderar los sondeos, sino acertar en un mensaje que aglutine una mezcla de votos de derecha con votos de centro. En 2026, el candidato del radicalismo izquierdista de Petro no va a salir derrotado por un extremista de la orilla contraria. Ni por uno de centro que descuide los votos de la derecha.

EL TIEMPO





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