Sei Shōnogan
ANOCHECE
Anochece y apenas puedo seguir escribiendo. Sin embargo, me gustaría dejar terminadas mis notas por completo, haciendo un último esfuerzo.
Escribí estos apuntes sobre todo lo que vi y sentí, en mi habitación, pensando que no iban a ser conocidos por nadie. Aunque mis anotaciones triviales y sin importancia, podían parecer malintencionadas e incluso peligrosas a otros; por eso he tenido cuidado en no divulgarlas. Pero ahora me doy cuenta de que, así como inevitablemente brotan las lágrimas, según dice el poema, del mismo modo estas notas dejarán de pertenecerme.
Un día, el Ministro del Centro entregó a la Emperatriz una pila de cuadernos. La Emperatriz me preguntó: “¿Qué se podría escribir en ellos? El emperador ya está redactando los Anales de la Historia”. Entonces yo le contesté: “Si fueran míos, los usaría como almohada”. La Emperatriz dijo: “Entonces, quédatelos”, y me los dio.
Comencé a llenarlos con el relato de rarezas sobre hechos del pasado y toda clase de asuntos. Llené una enorme cantidad de hojas. En mis notas hay muchas cosas incomprensibles. Si hubiera elegido temas que las demás personas consideraran interesantes o espléndidos, o si hubiera escrito poemas sobre árboles, plantas, pájaros o insectos, los otros podrían juzgar mis escritos, tendrían derecho a afirmar “conocemos sus sentimientos”. En otras palabras, la crítica sería admisible.
Pero mis notas no son de esta clase. Escribí para mi propio entretenimiento, y apunté únicamente lo que sentía. Nunca esperé recibir, sobre estos escritos casuales, comentarios tan importantes como los que se dedican a notables libros de nuestro tiempo. Me sorprendo cuando escucho cómo los lectores aseguran que se sienten apabullados ante mi trabajo. Pero es natural que actúen así: conozco la mentalidad de aquéllos que hablan bien de lo que detestan, y critican lo que les gusta. Por eso todavía lamento que haya leído mi libro.
El libro de la almohada
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SEI SHŌNAGON (c. 968 - entre 1000 y 1025), fue una escritora japonesa que vivió en el siglo X , durante la Era Heian, conocida por su diario Makura no Sōshi (El libro de la almohada) .
Su vida es poco conocida. Se discute cuál era su nombre real, aunque la opinión más extendida es que se llamó Kiyohara Akiko. Su sobrenombre está formado por la combinación de un título protocolario ( Shōnagon , tercer subsecretario de Estado) y un apellido familiar ( Sei es la pronunciación china del carácter con que se escribe la primera parte del apellido de la autora, Kiyohara, que significa «campo puro»).
Era hija del poeta Kiyohara no Motosuke. Gracias a la destacada situación de su padre, logró convertirse en dama de compañía de la emperatriz consorte Fujiwara no Sadako, esposa predilecta del emperador Ichijō. Presumiblemente se casó o convivió con Tachibana no Norimitsu, con el que tuvo un hijo, Tachibana no Norinaga. También se desposó con Fujiwara no Muneyo y de esta unión tuvo una hija, Koma no Myobu. Por otra parte, se le atribuyeron numerosos amantes.
A la muerte de la emperatriz consorte, Sei Shōnagon permaneció aún entre siete y diez años en la corte y, posteriormente, se ordenó religiosa budista. Hasta el final de su vida vivió errante, manteniéndose gracias a las limosnas, entre la isla de Shikoku y los alrededores de la capital.
Su obra más importante, Makura no Sōshi (El libro de la almohada) es su diario personal, el cual era costumbre que se guardara bajo la cabecera de la cama (de ahí el nombre). El libro de la almohada está compuesto por una serie de listas en las que la autora enumera elementos de la realidad cotidiana, como, por ejemplo, cosas que emocionan, cosas que producen una sensación de suciedad, cosas que no pueden compararse, etc.
Además del Makura no Sōshi , compuso la colección de poemas conocida como Sei Shōnagon-shu . Es también una de las poetisas que parecen en el Ogura Hyakunin Isshu, juego de cartas tradicional en el que son fundamentales la memoria y los conocimientos poéticos de los participantes.

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