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sábado, 13 de enero de 2001

Disputa por el archivo de Octavio Paz entre la viuda y la fundación




Disputa por el archivo de Octavio Paz entre la viuda y la fundación


JUAN JESÚS AZNAREZ
México 13 ENE 2001

El archivo personal del poeta Octavio Paz, fallecido el 19 de abril de 1998, es objeto de disputa entre su viuda, Marie José Paz, y la fundación que lleva el nombre del autor mexicano ganador del Nobel. De momento, el archivo, que contiene manuscritos y correspondencia inédita con André Bretón, Julio Cortázar o Carlos Fuentes, está cerrado a los investigadores. Por otra parte, y por primera vez en el mercado nacional, será subastado un manuscrito de Paz, una transcripción autógrafa del poema Vuelta. La Galería Louis C. Mortón espera obtener por su venta en torno a los 36.000 dólares (más de siete millones de pesetas).
La viuda del intelectual fallecido no parece dispuesta a muchas concesiones respecto al archivo: 'Es mi legado y está bien establecido en su testamento que el archivo me pertenece, así que ya veré más adelante qué hago con él'. Antes de morir de cáncer, el sobresaliente pensador mexicano nombró a su esposa heredera universal y albacea de los bienes. No parece ser ajena al conflicto la enemistad de esta última con Guillermo Sheridan, director de la Fundación Octavio Paz, creada en vida del Nobel, el 17 de diciembre de 1997. 'Me inquieta que el archivo no esté a disposición de los estudiosos', lamentó Sheridan.
Una de las diferencias, según la investigación efectuada por el diario Reforma,sobrevino en diciembre, cuando los abogados de la viuda comunicaron a Sheridan que la fundación debía pagar derechos de autor por los poemas publicados en su página de Internet. Caso contrario, advirtieron, presentarían una demanda. El director de la fundación evitó pronunciarse al respecto. Cumpliendo con su misión difusora, la fundación publica mensualmente, desde hace un año, fragmentos poéticos, advirtiendo que los derechos son reservados.

Documentación

Octavio Paz era muy organizado y guardaba todo, tanto sus manuscritos como su correspondencia, muy abundante. De momento, buena parte de la documentación permanece en la mansión que habitó el poeta, en la antigua casa del conquistador español Pedro de Alvarado, situada en el colonial barrio de Coyoacán. La ocupan ahora Marie Jo Paz y una treintena de gatos. También pueden estar interesadas en hacerse con los archivos otras instituciones extranjeras, entre ellas el Departamento de Libros Raros y Colecciones Especiales de la Biblioteca de la Universidad de Princenton, que atesora obras de Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa, Guillermo Cabrera Infante y Reynaldo Arenas.
Sheridan, investigador del Centro de Estudios Literarios de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), no ceja en sus deseos de acceder al valioso almacén de Paz. Los estatutos de la fundación constatan las aspiraciones del autor de que su legado pase a la fundación, aunque no establece fecha.
El manuscrito que se subastará de ocho cuartillas es propiedad de la revista Arquitecto. No se descarta que los abogados de la viuda pueden objetar la subasta.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 13 de enero de 2001

lunes, 8 de enero de 2001

Julio Cortázar / Bestiario


Julio CortázarBIOGRAFÍA

Bestiario

         
Entre la última cucharada de arroz con leche —poca canela, una lástima— y los besos antes de subir a acostarse, llamó la campanilla en la pieza del teléfono e Isabel se quedó remoloneando hasta que Inés vino de atender y dijo algo al oído de su madre. Se miraron entre ellas y después las dos a Isabel, que pensó en la jaula rota y las cuentas de dividir y un poco en la rabia de misia Lucera por tocarle el timbre a la vuelta de la escuela. No estaba tan inquieta, su madre e Inés miraban como más allá de ellas, casi tomándola como pretexto; pero la miraban.

domingo, 7 de enero de 2001

Julio Cortázar / Las puertas del cielo

Faldón burdeo
Sergio Martínez Cifuentes

Julio CortázarBIOGRAFÍA

Las puertas 

del cielo


A las ocho vino José María con la noticia, casi sin ro­deos me dijo que Celina acababa de morir. Me acuerdo que reparé instantáneamente en la frase, Celina acabando de morirse, un poco como si ella misma hubiera decidido el momento en que eso debía concluir. Era casi de noche y a José María le temblaban los labios al decírmelo.

sábado, 6 de enero de 2001

Julio Cortázar / Circe


Naima Keissis

Julio CortázarBIOGRAFÍA

Circe


And one kiss I had of her mouth, as I took the apple from her hand. But while I bit it, my brain whirled and my foot stumbled; and I felt my crashing fall through the tangled boughs beneath her feet, and saw the dead white faces that welcomed me in the pit.
Dante Gabriel Rossetti
The Orchard-Pit

Porque ya no ha de importarle, pero esa vez le dolió la coincidencia de los chismes entrecortados, la cara servil de Madre Celeste contándole a tía Bebé la incrédula desazón en el gesto de su padre. Primero fue la de la casa de altos, su manera vacuna de girar despacio la cabeza, rumiando las palabras con delicia de bolo vegetal. Y también la chica de la farmacia -“no porque yo lo crea, pero si fuese verdad, ¡qué horrible!”- y hasta don Emilio, siempre discreto como sus lápices y sus libretas de hule. Todos hablaban de Delia Mañara con un resto de pudor, nada seguros de que pudiera ser así, pero en Mario se abría paso a puerta limpia un aire de rabia subiéndole a la cara. Odió de improviso a su familia con un ineficaz estallido de independencia. No los había querido nunca, sólo la sangre y el miedo a estar solo lo ataban a su madre y a los hermanos. Con los vecinos fue directo y brutal; a don Emilio lo puteó de arriba abajo la primera vez que se repitieron los comentarios. A la de la casa de altos le negó el saludo como si eso pudiera afligirla. Y cuando volvía del trabajo entraba ostensiblemente para saludar a los Mañara y acercarse -a veces con caramelos o un libro- a la muchacha que había matado a sus dos novios.

viernes, 5 de enero de 2001

Julio Cortázar / Cefalea



Julio CortázarBIOGRAFÍA

Cefalea



Debemos a la doctora Margaret L. Tyler las imágenes más hermosas del presente relato. Su admirable poema, Síntomas orientadores hacia los remedios más comunes del vértigo y cefaleasapareció en la revista Homeopatía (publicada por la Asociación Médica Homeopática Argentina), año XIV, n. 32, abril de 1946, páginas 33 y ss.
Asimismo agradecemos a Ireneo Fernando Cruz el habernos iniciado, durante un viaje a San Juan, en el conocimiento de las mancuspias.

Cuidamos las mancuspias hasta bastante tarde, ahora con el calor del verano se llenan de caprichos y versatilidades, las más atrasadas reclaman alimentación especial y les llevamos avena malteada en grandes fuentes de loza; las mayores están mudando el pelaje del lomo, de manera que es preciso ponerlas aparte, atarles una manta de abrigo y cuidar que no se junten de noche con las mancuspias que duermen en jaulas y reciben alimento cada ocho horas.

jueves, 4 de enero de 2001

Julio Cortázar / Ómnibus


Julio CortázarBIOGRAFÍA

Ómnibus


Si le viene bien, tráigame El Hogar cuando vuelva —pidió la señora Roberta, reclinándose en el sillón para la siesta. Clara ordenaba las medicinas en la mesita de ruedas, recorría la habitación con una mirada precisa. No faltaba nada, la niña Matilde se quedaría cuidando a la señora Roberta, la mucama estaba al corriente de lo necesario. Ahora podía salir, con toda la tarde del sábado para ella sola, su amiga Ana esperándola para charlar, el té dulcísimo a las cinco y media, la radio y los chocolates.

miércoles, 3 de enero de 2001

Julio Cortázar / Lejana

Monica Bellucci

Julio CortázarBIOGRAFÍA

Lejana


Diario de Alina Reyes

12 de enero

Anoche fue otra vez, yo tan cansada de pulseras y farándulas, de pink champagne y la cara de Renato Viñes, oh esa cara de foca balbuceante, de retrato de Dorian Gray a lo último. Me acosté con gusto a bombón de menta, al Boogie del Banco Rojo, a mamá bostezada y cenicienta (como queda ella a la vuelta de las fiestas, cenicienta y durmiéndose, pescado enormísimo y tan no ella.)

martes, 2 de enero de 2001

Julio Cortázar / Carta a una señorita en París



Julio CortázarBIOGRAFÍA

Carta a una señorita en París


Andrée, yo no quería venirme a vivir a su departamento de la calle Suipacha. No tanto por los conejitos, más bien porque me duele ingresar en un orden cerrado, construido ya hasta en las más finas mallas del aire, esas que en su casa preservan la música de la lavanda, el aletear de un cisne con polvos, el juego del violín y la viola en el cuarteto de Rará. Me es amargo entrar en un ámbito donde alguien que vive bellamente lo ha dispuesto todo como una reiteración visible de su alma, aquí los libros (de un lado en español, del otro en francés e inglés), allí los almohadones verdes, en este preciso sitio de la mesita el cenicero de cristal que parece el corte de una pompa de jabón, y siempre un perfume, un sonido, un crecer de plantas, una fotografía del amigo muerto, ritual de bandejas con té y tenacillas de azúcar... Ah, querida Andrée, qué difícil oponerse, aun aceptándolo con entera sumisión del propio ser, al orden minucioso que una mujer instaura en su liviana residencia. Cuán culpable tomar una tacita de metal y ponerla al otro extremo de la mesa, ponerla allí simplemente porque uno ha traído sus diccionarios ingleses y es de este lado, al alcance de la mano, donde habrán de estar. Mover esa tacita vale por un horrible rojo inesperado en medio de una modulación de Ozenfant, como si de golpe las cuerdas de todos los contrabajos se rompieran al mismo tiempo con el mismo espantoso chicotazo en el instante más callado de una sinfonía de Mozart. Mover esa tacita altera el juego de relaciones de toda la casa, de cada objeto con otro, de cada momento de su alma con el alma entera de la casa y su habitante lejana. Y yo no puedo acercar los dedos a un libro, ceñir apenas el cono de luz de una lámpara, destapar la caja de música, sin que un sentimiento de ultraje y desafío me pase por los ojos como un bando de gorriones.

lunes, 1 de enero de 2001

Julio Cortázar / Casa tomada


Julio CortázarBIOGRAFÍA

Casa tomada



Julio Cortázar / House Taken Over (cuento en inglés)

Julio Cortázar / Casa tomada (cuento en portugués)

         Nos gustaba la casa porque aparte de espaciosa y antigua (hoy que las casas antiguas sucumben a la más ventajosa liquidación de sus materiales) guardaba los recuerdos de nuestros bisabuelos, el abuelo paterno, nuestros padres y toda la infancia.