La historia de esta masacre flota entre las voces de quienes, de pronto, se ven atrapados en una grieta entre la vida y la muerte. Palabras que tañen antes del linchamiento y palabras que resuenan como un eco doliente tiempo después. Permite que conozcamos a los estudiantes que llevaron a cabo aquel episodio histórico, a las familias que vivieron la angustia de ver desaparecer a los suyos… así como el desconsuelo de la propia autora. Un drama polifónico, con múltiples relatos cruzados, enriquecidos con la doble perspectiva de abordar el pasado y revisar los acontecimientos presentes. No obstante, la inmensa pluma deKang es capar de trascender a aquel luctuoso acontecimiento para abordar temas universales que comprometen a la experiencia humana.
El presente libro relata treinta años de desconsuelo en los que el dolor ha quebrado el sentido del tiempo y las cicatrices nunca dejan de sangrar. «¿Es el hombre un ser cruel por naturaleza?», se pregunta una víctima. «¿Lo de la dignidad humana es un engaño y en cualquier momento podemos transformarnos en insectos, bestias o masas de pus y secreciones?». Ese es el verdadero leitmotiv que repiquetea en la cabeza de la autora desde los nueve años, y que no ha dejado de formularla, afrontarla e intentar resolverla a través de La vegetariana, primero, y su actual Actos humanos, ahora.
A través de los ojos de un estudiante de secundaria llamado Dong-ho, que se ve atrapado en la sangrienta turbulencia, somos testigos de las horribles consecuencias de los primeros asesinatos, a medida que se acumulan y empiezan a descomponerse los cuerpos sin nombre. Dong-ho se comienza a cuestionar lo que significa estar vivo, tener un alma. “¿Cuánto tiempo permanecen las almas junto a sus cuerpos?”. Para dar respuesta a esta pregunta, la historia se desvía hasta el punto de vista de su amigo. Una vez más, en vez de la violencia nos muestra sus consecuencias. Cuando comienza la narración, el joven ya está muerto y su alma trata desesperadamente de entender lo que le ha sucedido y por qué.
En los siguientes capítulos sabremos de las vidas de distintos personajes: gente que Dong-ho había conocido en las oficinas del gobierno provincial o personas que se van interconectando y que, a su vez, podrían ser cualquiera de nosotros. Todos continúan con sus vidas, pero las experiencias de esos diez días producirán en ellos cambios irreversibles.
Intensidad narrativa, crudeza de hielo, incomodidad emocional, sensación de estar secándonos con toallas mojadas… todo ello provoca este relato sobre los límites de la crueldad y la perversión humana, pero contado la exquisitez de una bailarina que sabe hacer danzar sus palabras… aunque sean sangrientas.
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