Triunfo Arciniegas
CHARLIE
17 de junio de 2024
Charlie Sheen (Charlie Harper) será recordado como el hombre que mató la gallina de los huevos de oro. Su arrogancia y sus adicciones acabaron con Two and a Half Men, un espectáculo televisivo inolvidable, conformado por personajes perfectamente delineados: Alan, el hermano fracasado (“¡Yo nunca imploro! ¡Me arrastro!), y la empleada dominante y venenosa, Berta, grandioso personaje (“Charlie, Alan, me gustaría que conocieran a mi hija menor, Naomi, la luz de mi vida. Un angelito que descendió del cielo y aterrizó en el pene de un hombre casado”). Evelyn, la madre opresiva y egoísta (“Los niños son la pequeña forma en que Dios nos castiga por tener relaciones sexuales”). La vecina acosadora, el niño torpe y genial y su madre, la típica exesposa, el eterno calvario de Alan. Además, la infinita y deliciosa galería de amantes. Hay capítulos que uno vuelve a ver con igual regocijo año tras año.
Él era la serie y los límites entre actor y personaje se confundían. Ambos mueren por ir a “un lugar de botellas llenas y mujeres vacías”.
Era absolutamente irremplazable. Sin Charlie Sheen, la serie se degeneró y se ridiculizó hasta el punto que precipitó su propio fin. Todos perdimos: productores, actores, libretistas, espectadores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario