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miércoles, 3 de noviembre de 2021

Ted Hugues / Canción de amor



Ted Hughes

Canción de amor

Lovesong by Ted Hugues

 

Él la amó y ella lo amó

Sus besos absorbieron todo el pasado y el futuro de ella, o lo intentaron

No tenía ningún otro apetito

Ella lo mordía lo roía lo chupaba

Lo quería completo dentro de ella

a salvo y seguro por siempre

Los chillidos de ambos aleteaban hasta las cortinas

 

Los ojos de ella no querían que nada se escapara

Sus miradas le clavaron las manos las muñecas los codos

Él la apretó con fuerza para que la vida

no la arrancara de ese momento

Él quería que todo el futuro cesara

Quería volcarse rodeándola con los brazos

desde el borde de ese momento hacia la nada

o la eternidad o lo que hubiera

El abrazo de ella era una enorme prensa

que lo imprimía en sus huesos

Las sonrisas de él eran los desvanes de un palacio de ensueño

a donde el mundo real nunca llegaría

Las sonrisas de ella eran picadura de araña

que lo inmovilizaban hasta que sentía hambre

Las palabras de él eran ejércitos de ocupación

Las risas de ella eran intentos de asesinato

Las miradas de él eran balas dagas de venganza

Las de ella eran fantasmas en el rincón con horribles secretos

Los susurros de él eran látigos y botas militares

Los besos de ella eran abogados que escribían diligentes

Las caricias de él eran los últimos anzuelos de un náufrago

los ardides amorosos de ella eran rechinar de cerrojos

y los hondos gritos de ambos se arrastraban por el piso

como animal que arrastra enorme trampa

Las promesas de él eran la máscara del cirujano

Las promesas de ella le quitaron la tapa del cráneo

para hacerse un prendedor

Los votos de él le arrancaron todos los tendones

Le mostró cómo hacer un lazo de amor

Los votos de ella guardaron sus ojos en formol

hasta el fondo de su cajón secreto

Los aullidos de ambos se clavaban en la pared

 

Sus cabezas se apartaron en el sueño como las dos mitades

de un melón partido, pero es difícil detener al amor

En su sueño entrelazado intercambiaron brazos y piernas

En sus sueños el cerebro de uno tomó al otro de rehén

 

En la mañana cada uno llevaba el rostro del otro



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