Páginas

miércoles, 19 de mayo de 2021

Kafka / La metamorfosis / Luis Scafati

 


La metamorfosis
Franz Kafka

Ilustraciones: Luis Scafati
Traducción: César Aira

Brosquil edicions - Albur Producciones Editorials
(Valencia / Barcelona - marzo 2004)



Paco Yuste
2004

"Las ilustraciones del gran artista argentino Luis Scafati recrean admirablemente los peculiares ambientes y personajes de este relato, invitando al lector a una aventura memorable". Estas palabras extraídas de la descripción promocional de la contraportada del libro aciertan como no muchas veces acostumbra a hacerlo esta técnica editorial de promoción.



El argentino Luis Scafati (Mendoza, 1947) es uno de los más prestigiosos dibujantes de Argentina. Su obra pictórica se encuentra expuesta en numerosos museos (Argentina, Inglaterra, Suiza, Bulgaria, etc.) En 1981 recibió el Gran Premio de Honor en el Salón Nacional de Dibujo, considerado el más importante galardón en el ámbito del dibujo en Argentina.

Desde 1972 publica en numerosos medios de comunicación (Humor, El Péndulo, Vogue, Noticias, Playboy, El Periodista, los diarios Sur y Clarín de Argentina, El País de Uruguay, Il Manifesto de Italia, etc.) e ilustra un importante número de libros como, por ejemplo, El proceso de Kafka, para la editorial bonaerense Errepar (2000).




Más de treinta ilustraciones (veintiseis de ellas a toda página) y siempre en blanco y negro, aunque sería más apropiado decir que están en la escala de los grises (enorme y hermosa gama de grises) componen, junto a la traducción del experimentado César Aira, una brillante, hermosa y cuidadísima edición de La transformación.




Para Scafati, como para practicamente la totalidad de la crítica literaria así como para el propio K-a-f-k-a (S-a-m-s-a), el protagonista de La transformación no es sino Kafka. El monstruoso insecto tiene, pues, un rostro: el de su creador. No siempre, no en todos los casos. En algunos el insecto lo es totalmente; en otros, la circunstancia humana del animal la desvela, por ejemplo, la única presencia de un ojo humano; en otro, la transformación es al contrario: el reptante Samsa-Kafka muestra su condición animal por las antenas, los fantasmales brazos de más, los ojos vacíos. La utilización que hace el artista de los indicadores de las diversas partes del cuerpo del insecto, con su serie de números respectivos que remitirían a un listado con las denominaciones concretas de cada parte, hace pensar en los fríos estudios morfológicos de los entomólogos. Traduce así al lenguaje plástico de una manera brillante y acertadísima, el distanciamiento, la frialdad con los que Kafka-Samsa, escritor y personaje, afrontan el descubrimiento de la nueva condición tras de aquel "sueño intranquilo".




Scafati recrea, en la mayoría de los casos, diversos momentos de la trama de Kafka. Se van sucediendo los personajes de la historia (impactante la imagen de los inquilinos) mientras el artista nos va atrapando, dibujo a dibujo, en su mundo plástico. La violencia contra el monstruoso insecto queda nítidamente recogida en la gestualidad de los personajes, en la composición física de sus movimientos extremos; en algunos casos, capturados en el instante del desequilibrio o desde una perspectiva forzada llena de interés y de emoción.




Pero en otros casos, el artista argentino se aventura más allá de la historia narrada por Kafka, adentrándose en la interpretación libre, en el inmenso campo de la sugestión. Crea así imágenes de enorme fuerza onírica como, por ejemplo, una (p. 27) en la que se extiende hasta un horizonte infinito un campo de habitáculos, de cubos como casillas de una de las cuales emerge un Kafka encerrado, y de otras asoman los cuerpos volteados y las patas de decenas de insectos, uno por cada casilla; es un paisaje de monstruosos espacios, ridículos, minúsculos, que son testigos de las transformaciones de sus habitantes. ¿Son todos ellos el mismo Gregor Samsa en una especie de reiteración rítmica del despertar más famoso de la historia de la literatura? ¿Es una visión semejante a la que Orson Welles tiene del espacio burocrático en el que trabaja Josef K.? ¿Es la ciudad y sus habitantes dentro de ella? ¿Es posible imaginar que la transformación de Samsa no es un suceso único sino que cabe pensar en una serie de transformaciones que se suceden en diversos lugares?




El goteo, las salpicaduras de la pintura, los trazos rápidos, con la firmeza y la seguridad del fabuloso dibujante que es Scafati, el uso del collage y otras técnicas, la enorme fuerza de los elementos simbólicos, la presencia deliberada, creativa, de las huellas del artista, tan perfectamente integradas en el dibujo que casi pasan desapercibidas, son elementos que conforman una impresionante aventura para nuestra mirada, una "memorable aventura".





No hay comentarios:

Publicar un comentario