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martes, 27 de abril de 2021

Antonio Caballero / La sirena cantora

 



Antonio Caballero

LA SIRENA CANTORA


No importa mucho lo que recite Margarita Rosa, para eso es una actriz, sobre el ‘Pacto Histórico’, así denominado por Gustavo Petro, excandidato y precandidato a la presidencia de Colombia, y, en tanto que tal, politiquero profesional. Margarita es muy bella y tiene muy buena voz, y además es famosa, con lo cual es un gran gancho, un buen anzuelo para futuros votantes -pues de eso se trata- de la "Colombia Humana" de Petro. Y se ha dejado captar por lo que yo hace un par de meses llamaba las engañosas "voces de sirena" de Gustavo Petro y de su colega senador, y guionista de televisión, Gustavo Bolívar. Pero está vendiendo a un farsante y a una farsa.

El "Pacto Histórico" de Petro, que suena estruendosamente revolucionario, es simplemente un revoltijo politiquero y electorero: una mezcolanza de lo que queda del Polo Democrático, el Mais indígena, los restos de la Unión Patriótica, y la Colombia Humana de Petro. Más un par de saltimbanquis oportunistas, Roy Barrera y Armando Benedetti, tránsfugas de cuatro o cinco partidos distintos, tanto de derecha como de izquierda.

Sí, por supuesto: Bolívar es un gran guionista de ficción -recuerden su famosa telenovela Sin tetas no hay paraíso-; y así es de suponer que meterá la mano en la redacción del programa de la ficción petrista. Y Petro es un gran demagogo -acuérdense de sus arengas encendidas desde el balcón de la alcaldía sobre la plaza de Bolívar, incitando a la gente (¿al pueblo?, ¿al populacho?, ¿a la ciudadanía consciente y consecuente?) a protestar contra la censura de la Procuraduría de Alejandro Ordónez al alcalde Petro por sus abusos. Un abuso, a su vez, de Ordóñez para mostrar que el Polo no era de izquierda. No es que por eso Petro sea de derecha. Ni tampoco que sea de izquierda. Es petrista.

Y qué hábil titulador, eso sí. "Colombia Humana" es el nombre de su grupo, o de su coalición del impresionantemente llamado "Pacto Histórico", con mayúsculas. ¿Y quién se va a atrever a estar públicamente en desacuerdo con la Humanidad? ¿O con la Historia? Y la suya no es política de izquierda ni de derecha, que según él ya no existen, sino "de la vida contra la muerte". ¿Y quién va a estar en favor de la muerte? Ni siquiera lo han estado abiertamente, públicamente, los dos más hábiles utilizadores de la muerte para la política del siglo veinte, Adolfo Hitler desde la derecha y José Stalin desde la izquierda.

Yo mismo estoy de acuerdo con los abrumadores y solemnes títulos que les pone Gustavo Petro a sus propuestas políticas: Humanidad, Historia, Vida contra la Muerte. Pero no se los creo. Creo que son solamente el disfraz de sus ambiciones personales. Ya lo he escrito varias veces: Petro es un mentiroso.

Creo que con sus sonoras palabras no solo engaña a personas inteligentes pero ingenuas y novatas en política como Margarita Rosa de Francisco, sino también a otras más veteranas, como Gustavo Bolívar, su compañero de pesca. Creo, en suma, que Petro no sólo tiene la voz, sino que también tiene el mitológico cuerpo de las sirenas: mitad mujer cantora, mitad huidizo pez resbaloso. Por eso lo llamé "sirena" en el artículo en que, hace un par de meses, critiqué sus obscenos, en mi opinión, cantos electorales hacia la bella Margarita Rosa de Francisco.

Aunque, claro: si me atreviera a decir que la verdadera sirena de este cuento es Margarita Rosa me saltarían a la yugular. Como ya lo hicieron el otro día los defensores del más torpe de los feminismos: ese que predica que a una mujer no se le puede tocar ni con el pétalo de una rosa. (¿O de una margarita?) Por eso no me atrevo.

LOS DANIELES


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