Tamara de Lempicka
La búsqueda de una modelo para un desnudo se convierte en una obsesión que Tamara de Lempicka deberá resolver. Los comienzos artísticos de la pintora polaca en la escena cultural parisina de los años veinte, cimentan una carrera original pero llena de sobresaltos.
Tristán Cardona
5 de marzo de 2020
Tristán Cardona
5 de marzo de 2020
“Pinto la gente como es, pero sobre todo pinto lo que tienen dentro“.
Las autoras se esfuerzan en describir el ambiente nocturno de la capital francesa con sus alocadas fiestas, sus dialécticas galantes y sus foros artísticos que de inmediato atraen la atención de la artista polaca y le sirven para conocer a las personalidades culturales más reconocidas de aquella época.
La acción de esta obra se centra en una anécdota artística; la búsqueda y el encuentro de una modelo adecuada para un desnudo que la pintora está preparando. Esta excusa argumental le sirve a Greiner para explicarnos la filosofía artística de Tamara de Lempicka y su particular visión del trabajo de una artista.
Greiner sitúa el otro foco de la historia en la complicada relación que la artista mantiene con su primer marido, el abogado polaco Tadeusz Łempicki, que no ha superado la caída del régimen zarista y que no comprende las necesidades artísticas y personales de su esposa. La hija de ambos, Maria Krystyna ‘Kizette’ Łempicki, posteriormente baronesa de Foxhall, se convierte en la principal aliada y confidente de su madre.
La galería de personajes famosos está descrita con breves pinceladas, solo destaca la figura de André Gide tratada con más detalle y que aparece como un cómplice y colaborador diligente.
El desarrollo de la trama por parte de Virginie Greiner es demasiado lineal y está excesivamente basado en los diálogos entre personajes. Las situaciones son algo tópicas y no se profundiza de manera convincente en las motivaciones de los personajes principales. Todo se queda en meros enunciados. La escena final resulta algo sonrojante, por simplista y propagandista, desluciendo aún más los interesantes planteamientos y las esforzadas intenciones de la guionista.
Si el guion es algo esquemático, el arte es bastante más atractivo. Daphné Collignon nos entrega un trabajo elegante y eficaz. La dibujante estructura su página en un esquema de tres tiras con dos o tres viñetas cada una. Este esquema se repite habitualmente y solo se rompe en contadas ocasiones cuando introduce cuadros más amplios, que ocupan dos tiras, con los que enfatiza un momento trascendente de la historia. Sus viñetas son irregulares, de bordes redondeados y con fondos blancos. Los personajes están retratados de manera esquemática, pero con elegancia y rotundidad, aunque los rostros se parecen demasiado entre ellos lo que puede provocar algunas confusiones en la lectura. En general las páginas presentan un aspecto demasiado rígido y uniforme a causa del predominio de planos medios y primeros planos, algo que sorprende si tenemos en cuenta su producción anterior con un estilo muchísimo más suelto y atractivo.
El color se circunscribe a los diversos tonos de marrón, gris, dorado, ocre y verde que la artista combina con el blanco y negro para crear una atmósfera sofisticada y retro que casa de manera excelente con la temática de la obra.
Virginie Greiner nació en 1969 en Saint-Germain-en-Laye en la región de Île-de-France. Cursó estudios de derecho y acto seguido empieza su colaboración en la revista mensual de cómics BoDoï. En 2004 publica una novela fantástica dentro de la colección Fées, Sorcières et Diablesses editada por Librio. Su primer trabajo en la historieta se produce este mismo 2004 cuando escribe Cadavres exquis que dibuja Crisse y que publica Clair de Lune. En la misma editorial publica una año más tarde Willow Place: Réincarnations con dibujo de Annabel. A continuación publica Secrets, tome 1: Pâques avant les Rameaux (2009), escrito en colaboración con Frank Giroud, dibujado por Marianne Duvivier y editado por Dupuis. Un año más tarde publica también en colaboración con el guionista Giroud, el segundo tomo de Destins que representa su primera colaboración con la artista Daphné Collignon, se publica en Glénat.
Sus siguientes trabajos son: Sorcieres, tomo 2: Hypathie (2010) dibujado por Christelle Pécout y publicado por Dupuis; Les Reines de sang: Frédégonde la sanguinaire (2014-2016), dibujado por Alessia De Vincenzi y publicado en dos tomos por Delcourt; Avant l’heure du Tigre (2015) y Tamara de Lempicka (2017) ambos dibujados por Daphné Collignon y editados por Glénat; Isabelle Eberhardt (2018), con arte de Annabel y editado por Glénat y finalmente Rendez-vous avec X, volumen 3: (2019), con dibujos de Olivier Roman y editado por Comix Buro. En la actualidad vive en Montélimar, en la región de Auvergne-Rhône-Alpes.
Daphné Collignon nació en Lyon el año 1977. Se diploma en el conocido centro privado de arte École Émile-Cohl. Su primer trabajo profesional es como caricaturista y dibujante de retratos en Disney World Florida durante casi un año. A su regreso a Lyon, en 1999, trabaja como colorista para CD-Roms infantiles y como ilustradora publicitaria. En el año 2000 pasa a formar parte del Atelier Sanzot. En 2004 ilustra su primera obra titulada Le Rêve de Pierres con guion de Isabelle Dethan y publicada por Vents d’Ouest. Con el díptico Cœlacanthes (2006-2007) asume la autoría completa de su trabajo que acaba publicando también la editorial Vents d’Ouest y con Correspondante de guerre (2009) colabora con la reportera Anne Nivat para realizar un retrato íntimo de la periodista, lo publica Soleil Productions. En 2010 realiza su primer trabajo con la guionista Virginie Greiner, en concreto el segundo tomo de la serie Destins publicada por Glénat.
Sus siguientes trabajos son: Sirène (2013) del que es autora completa y publica Dupuis; Avant l’heure du tigre (2015) y Tamara de Lempicka (2017) ambas con Virginie Greiner y ambas editadas por Glénat y finalmente Calpurnia (2018) con guion de Jacqueline Kelly y publicada por Rue de Sèvres.
Tras un breve paso por Esauira en Marruecos y ser profesora de ilustración en la Escuela Superior de Artes Visuales de Marrakech, en la actualidad vive en Lyon donde ejerce, también, como profesora de la Ecole Emile Cohl donde estudió como alumna.
La edición de Planeta Cómics es buena. El álbum es en tapa dura, su tamaño es adecuado, el papel es bueno y está bien impreso. Cuenta con un breve ensayo, a cargo de Dimitri Joannidès, que nos resume la biografía completa de la artista protagonista y sus principales características. Es un texto que está, además, bien ilustrado por algunas obras de la pintora de origen polaco. La principal pega de esta edición es el precio; veinte euros por una obra de cuarenta y seis páginas – más ocho de texto – resulta algo excesivo y más si tenemos en cuenta que la semana pasada reseñábamos un álbum de parecidas características, pero de noventa y cuatro páginas, que cuesta solo un euro más.
Tamara de Lempicka de Virginie Greiner y Daphné Collignon es un relato correcto que no profundiza demasiado ni en la biografía, ni en las motivaciones ni en la descripción del arte de la pintora protagonista.
Las autoras pretenden representar un episodio trascendental en la formación de la artista polaca pero se quedan a medio camino en casi todo – especialmente en lo que respecta al guion – para acabar provocando en el lector la sensación de estar asistiendo a una serie de escenas tópicas propias de una biografía excesivamente encorsetada.
Este álbum representa una oportunidad perdida para conocer de manera más profunda e intensa la vida y la obra de una de las artistas más interesantes del arte europeo del siglo XX. Esperemos que en un futuro próximo podamos asistir a una nueva revisión de la carrera de esta original pintora, realizada con mayor fortuna. Es lo que realmente se merece una trayectoria artística como la de Maria Górska, universalmente más conocida como Tamara de Lempicka.
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