Daredevil Born Again
Frank Miller y David Mazzuchelli firman una obra maestra, la que es sin lugar a dudas la mejor historia de Daredevil.
RAÚL LÓPEZ
23 de abril de 2016
Daredevil estaba casi desechado como personaje, quizás por ese motivo no dudaron cuando un insistente Frank Miller se presentó a filas como nuevo dibujante del personaje, primero acompañado a los guiones por un cumplidor Roger Mckenzie para a los pocos números asumir también las tareas de escribir sus historias y convertirse en autor completo de la serie regular. Lo que vino a continuación es conocido por todos, poco a poco nos demostró que no había personajes malos, y que la historia sólo recordaría a los autores valientes por haber sido capaces de usar una voz propia. Hablar del Daredevil de Frank Miller es recordar a Elektra, Bullseye, los bajos fondos, La mano y sus ninjas,… y claro está Born Again, obra que inevitablemente sale a la palestra cuando se recuerda su paso por el personaje a pesar de que entre su primera etapa al frente de la serie y la que sería una de sus mejores creaciones tuvieron que pasar cuatro largos años.
Es costumbre cuando se habla de Born Again hacer mención a que Frank Miller se dejó una historia por contar del personaje, y esto fue lo que motivó su regreso. Quizás esta historia poco a poco se fue gestando con el paso de los años en su cabeza según iba reposando todo lo mucho que ya le había dado a Matt Murdock. Quizás había llegado el momento de volver a él para quitarle todo, el caso es que para el recuerdo dejó no sólo la más apasionante, emotiva, intensa y dura historia del personaje, una obra maestra de la primera a la última página a pesar de la división de opiniones que genera aún hoy en día la entrada en escena de Nuke. Pero comencemos por el principio y ya llegaremos a ese momento.
Born Again es muchas cosas, una historia de amor, de traición de venganza, de locura, de superación. Todo está perfectamente milimetrado para transmitir sensaciones al lector casi con cada páginas. Probablemente ese sea el motivo por el cual sea considerada una de las grandes obras maestras del cómic, es imposible no verse atrapado en el torrente de sensaciones que transmite, conozcas o no aventuras pasadas de Matt Murdock, te hayas enamorado o no de Karen Page en el pasado. A pesar de que es inevitable que beba de hechos pasados, de relaciones que fueron madurando con el paso de los años, la maestría de Miller con los guiones es tal que incluso puede ser un buen puerto de desembarque a la hora de comenzar a leer las aventuras de Daredevil, de hecho, en muchos listados aparece ya no como obra clave del personaje, lo cual es obvio, sino como un punto de partida ideal para nuevos lectores.
EL DESENCADENANTE DE LA HISTORIA
Karen Page fue durante años, además de la dulce y guapísima secretaria del bufete Nelson & Murdock, el amor de Matt Murdock. Pero como en muchas relaciones llegó un día en que tuvieron que emprender caminos separados. El desencadenante de esa ruptura fue la revelación que Matt le haría a su amada, de que él era el hombre tras la máscara de Daredevil. Incapaz de soportar que este ponga constantemente su vida en peligro decide Karen poner tierra de por medio e irse a California para retomar su carrera como actriz, pronto comenzaría a trabajar en novelas televisivas y casi sin darse cuenta se vio metida en una espiral de autodestrucción de la que somos conscientes en la primera página de Daredevil #227, primera parte de Born Again. Allí vemos como una demacrada Karen implora por una última dosis de droga, pero, ¿que ofrecer aparte de tu propio cuerpo cuando no tienes nada más? Y en ese momento, y cuando tan sólo han transcurrido cinco viñetas desde que ha arrancado la historia somos testigos de cómo aquella dulce chica se transforma en Judas vendiendo lo único que le queda de valor, el secreto de su amado en unas cuantas y terroríficas palabras de consecuencias imprevisibles: “Se trata de Daredevil, ¿eh? Vale, ya lo he dicho. Pero tiene otro nombre que está escrito aquí mismo. ¿Lo quieres o no?”
Que esa información llegue a Wilson Fisk es cuestión de tiempo, tan poco como lo que este tarda en dar órdenes de ejecutar a toda persona que haya podido ver el nombre de Matt escrito en el papel, de esta forma se inicia la primera de las tramas que se arrastrará casi hasta el final de la historia con Karen siendo perseguida por los asesinos a sueldo de Kingpin tratando de terminar con su vida, será en uno de sus pocos momentos de lucidez en que ella se de cuenta de que el único que la puede mantener con vida es la persona a la que ha traicionado.
En un guionista menos capaz este descubrimiento habría significado el enfrentamiento directo entre Kingpin y Daredevil, una cruenta batalla de la que tras mucho esfuerzo habría salido vencedor el héroe. No es lo que Miller tiene en mente, apuesta por la ejecución de un plan perfecto que poco a poco vaya erosionando los pilares de Matt hasta terminar afectando a su cordura, y entonces si, terminar con su vida.
LA DESTRUCCIÓN DE UN HÉROE
Quizás uno de los puntos que más pueda sorprender al lector de esta obra es la frialdad con la que Wilson Fisk va quebrando la vida de Matt. De hecho, tal y como se revela al final de la tercera página transcurre nada menos que seis meses desde el momento en que el villano descubre el secreto hasta que se activa sus planes de destrucción. Obviamente, Matt desconoce que su mayor secreto ha sido desvelado, por ese motivo cuando al despertar en su casa y siente que entra el aire por el buzón de la puerta, síntoma de correspondencia, nada le hace presagiar que las tres cartas que han llegado traen consigo malas noticias. En primer lugar un sobre con un casete enviada por su novia Glori, su relación no pasa por su mejor momento de ahí que antes de ponerlo en el radiocasete sepa que lo que va a escuchar son palabras de ruptura. La segunda carta es del banco, le avisan de que no han recibido dos los últimos pagos de la hipoteca de su casa, no pasa nada piensa Matt, hablará con ellos para subsanar el error que a buen seguro ellos mismos han cometido y transferirá el dinero de la cuenta para evitar el posible desahucio. La tercera carta es de hacienda, están revisando sus declaraciones y por tanto bloquean sus cuentas lo cual le deja sin poder hacer uso de su dinero y con un problema bancario. ¿casualidad piensa Matt? Nada que un joven y capaz abogado no pueda subsanar. Pocos minutos después llaman a la puerta, cuarta carta recibida esa mañana y en esta ocasión entregada en mano por tratarse de una citación judicial pero en esta ocasión no como testigo sino como imputado. Pronto descubrirá que Nicholas Manolis, un policía de reputación intachable ha testificado en su contra acusándole de haber sobornado a testigos para cometer perjurio en un importante caso que él llevaba.
Tendrá que ponerse las mallas para descubrir a qué se debe la acusación de Manolis, en ese momento se dará cuenta que existe una gran conspiración para poco a poco ir destruyendo su vida, tan sólo le queda descubrir quién es la persona que está moviendo los hilos y como ha descubierto su identidad secreta. Ese camino en busca de la verdad llevará a Matt a límites insospechados, su obsesión será tal que rozará la locura en busca de quien está destrozando su vida, y claro está, no ayuda que las dos personas en las que se puede apoyar, su antigua novia Glori y su mejor amigo Foggy inicien una relación amorosa, ¿acaso también forman parte de este plan perverso por terminar con su cordura? Todo puede ser.
Quizás sea por torpeza, quizás de forma intencionada, el caso es que tendrá que saltar todo por los aires, metafórica y físicamente para que Matt ate cabos y se de cuenta que aquel que está destruyendo su vida es ni más ni menos que Wilson Fisk, el rey del crimen organizado.
EL ENFRENTAMIENTO
A medida que la historia avanza y con ella el sufrimiento de Matt entendemos que antes o después llegará el momento del enfrentamiento entre Matt y Fisk. El camino hacia la torre y suntuosa torre Fisk es casi eterno, e incluso tendrá que hacer frente – vestido de calle – a un intento de atraco en el metro. Pobres maleantes, estamos ante un héroe quebrado, desposeído de cualquier rasgo de cordura, y en sus cuerpos sufrirán la ira de aquel que lo ha perdido todo. Obviamente, no son las mejores condiciones mentales para enfrentarse a alguien como Kingpin, y queda demostrado que el combate entre ambos dura tan sólo tres páginas, brillantes en su ejecución, durísimas, y en las que a las pocas viñetas ya somos conscientes que nada tiene que hacer Matt contra su enemigo. La paliza que este le da es tremenda, con todo, y son las únicas palabras que se pronunciaran en el combate, Matt le espeta un solemne y premonitorio: “… jamás. No me rendiré…”
En la historia del cómic hemos visto épicos enfrentamientos entre héroes y villanos, algunos ciertamente trágicos, pero pocos tan bien ejecutados y en tan corto espacio como lo que hacen Miller y Mazzuchelli, la intensidad vivida por el lector en ese enfrentamiento es de tal magnitud que es irremediable que dicha secuencia no quede grabada en su retina.
El héroe ha caído, tanto que ya no se puede hundir más en la miseria, golpeado hasta casi la muerte, sin un techo bajo el que cobijarse, sin amigos, sin dinero. Y es en ese momento en el que entra en escena la hermana Maggie. Todos sabemos, que en realidad se trata de la madre de Matt, la dulzura con la que cuida de sus heridas, que le mima, que le protege, son rasgos distintivos de una madre, y Matt lo sabe, y le pregunta abiertamente, y esta lo niega aunque su pulso acelerado le delata. Sin lugar a dudas otro de los grandísimos momentos de esta obra, y con ello comienza la reconstrucción del héroe, la búsqueda de su fuerza interior perdida para renacer de las cenizas y recuperar su vida.
EL INESPERADO CAMBIO DE RUMBO
Existen dos Born Again, la brillante historia que va tejiendo Miller y que Mazzuchelli dibuja de una forma absolutamente brillante, una caída del héroe, un renacimiento de este, tramas paralelas como la de Karen Page y el emotivo encuentro de esta con Matt. El encuentro de este con su madre, las amenazas a Ben Urich por descubrir a los ciudadanos que tras la máscara de noble empresario de Wilson Fisk se esconde un sanguinario mafioso, el momentazo en el que casi muere la mujer de éste o cuando en una escena más propia de la obra de Coppola machacan los dedos de Urich para que deje de ‘teclear’. Ese es un Born Again, el de una historia adulta, ejecutada de forma milimétrica y en la que el género superheróico es una simple excusa. Cambiemos a Daredevil por la figura de un fiscal o un periodista, o alguien dispuesto a luchar contra la corrupción y la historia podría funcionar perfectamente en nuestros días. Y luego está, la otra cara de Born Again, aquella en la que un Wilson Fisk que ve tambalear su reinado del crimen y opta por cometer la mayor de las locuras, contratar los servicios de un soldado americano mejorado de forma artificial – como en su día hicieron con Steve Rogers – pero absolutamente desbocado por el consumo de pastillas estupefacientes. Una bomba de relojería que perfectamente puede funcionar en terreno enemigo donde no importan los daños colaterales, pero, cuando Wilson decide apuntar a esta máquina de matar hacia Daredevil y en la cocina del infierno, eso es precisamente lo que se desata en la tierra, el más absoluto infierno. Si en la primera parte asistimos a un plan silencioso, perfectamente orquestado, todo calculado hasta el milímetro, lo que vemos en esta segunda parte es la locura desbocada, y quizás eso mismo es lo que buscaba Miller con esta fase de la historia, demostrarnos que la situación se le había escapado por completo al mafioso. La entrada en escena de los Vengadores aunque interesante y lógica, consiguen que se incremente esa sensación de estar ante dos historias de ejecución totalmente opuesta.
Es obvio que la llegada de Nuke y como avanza la trama puede desencantar a algunos lectores, más si tenemos en cuenta la brillante ejecución hasta este momento, pero si lo vemos como consecuencia de esa pérdida del control por parte de Fisk – y también del guionista sea intencionada o no – tiene mucho sentido.
Con todo, estamos ante una espectacular batalla en la que Mazzuchelli lo da todo, y Miller demuestra que no sólo sabe escribir de una forma magnífica a Daredevil pues de su mano vemos como el Capitán América tendrá que enfrentarse – de nuevo – ante la cruda realidad de los altos cargos del ejército americano que manipulan y mueven los hilos a su antojo amparándose en que es mejor que determinados detalles no los conozca por el bien del país que defiende. Absolutamente brillante.
BORN AGAIN, LA OBRA MAESTRA
¿Es Born Again una obra maestra del cómic? Para mi la respuesta es sencilla, si por muchos motivos, estamos ante una obra en la que los grandes momentos – y hablamos de momentos para el recuerdo – se suceden página tras página, es imposible no emocionarse con lo que Miller nos cuenta, con la forma en la que complica la vida a Matt y por cómo nos hace sufrir por la pobre Karen. Estamos ante una historia en la que de forma perfecta mezcla muchos sentimientos, traicion, amor, odio, amistad, ira, envidia, tristeza, desolación, … ese cúmulo de estímulos nos hacen empatizar, a veces con la palabra escrita, otras con bellísimas secuencias, para el recuerdo quedan terribles escenas como ver pender a la mujer de Ben del techo con una cuerda asfixiandola y casi terminando con su vida, o la reproducción de la famosa Pietà de Miguel Angel representada por Matt y su madre Maggie, o ese abrazo a página completa entre Matt y Karen.
Miller lo borda, y no sólo supera su anterior etapa en Daredevil, sino que además construye uno de sus relatos más intensos, y por la parte de Mazzuchelli nos descubrió una forma de entender el cómic de superhéroes a nivel gráfico totalmente diferente a lo que nos tenía acostumbrados.
Por encima de todo esto, estamos ante una obra maestra porque para ella no pasan los años, como con el buen vino no sólo aguanta las relecturas sino que consigue que con cada nueva inmersión más te guste la historia.
Born Again es pues la mejor historia de Daredevil jamás publicada, y debería ser leída y disfrutada por todos los seguidores del personaje.
SOBRE LA NUEVA EDICIÓN DE PANINI COMICS
Aprovechando la visita de Frank Miller a Barcelona Panini Comics ha publicado una nueva edición de este clásico imperecedero, la sensación ante esta edición es un tanto agridulce, si nos quedamos en el exterior la encuadernación holandesa por la que han optado con cinta de tela para marcar la página le da un aire de auténtica edición de lujo, en sí la encuadernación holandesa se caracteriza por cubrir lomo y parte de la cubierta, cerca de una sexta parte, en un material diferente del resto a modo de sobrecubierta protectora, en esta ocasión el material usado es un cuero marrón oscuro similar al que antaño se usaba en las enciclopedias. Todo perfecto si nos quedamos en el exterior, y hasta ahí podríamos hablar de la edición definitiva. El problema radica es que quién sabe si debido a las prisas los extras que vienen son exactamente los mismos que la versión anterior publicada en Marvel Deluxe, es decir, un prólogo magnífico escrito por Alejandro Martínez Viturtia, un artículo delicioso de David Fernandez, ambos antes de que arranque la historia, y a modo de colofón tenemos un interesante artículo escrito por Santiago García y la reproducción del lápiz de varias páginas de David Mazzuchelli. Quizás lo que más destaque de esta edición es tanto el tipo de encuadernación escogida como que el tamaño es ligeramente superior a los Marvel Deluxe, para que os hagáis una idea el tamaño sería el mismo que el utilizado por Panini Comics para obras como su Miracleman o sus ediciones en tapa dura de obras como Criminal o Jupiter’s Legacy. En contra de esta nueva edición juega también que han optado por no incluir el número 226 de Daredevil en el que ya colaboraron Miller y Mazzuchelli, en la edición anterior por completismo por tener el trabajo recopilado que ambos realizaron juntos con el personaje optaron por reproducirlo al concluir Born Again cuando cronológicamente es el episodio justo anterior al inicio. Personalmente, me parece una decisión acertada suprimirlo de esta nueva edición si lo que se busca es la edición de Born Again y nada pinta esa historia previa de Gladiador.
Estamos pues ante una edición magnífica, una buena oportunidad de hacerse con la obra en caso de no disponer de la versión anterior, pero a su vez, uno tiene la sensación de que se ha perdido la oportunidad de renovar los artículos.
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