09 / 02 / 2012
Ahora, la actriz nacida en Winona (Minnesota), de donde adoptó su nombre artístico, se halla a las puertas de los 42 años, y hasta hace poco los papeles principales habían desaparecido de su currículum, después de que en 2001 robara en una tienda de Beverly Hills, un suceso que supuso un freno para su carrera.
La artista, que comenzó a trabajar a una edad muy temprana, se distanció del cine para "poder fomentar" sus amistades y "dedicar tiempo" a su familia. En los últimos tiempos sólo había participado en varias producciones, entre ellas un breve papel en El Cisne Negro (2010) y, un año después, en El Dilema, a las órdenes de Ron Howard.
En la promoción de esta última, Ryder dijo sentirse "muy agradecida" por poder formar parte del elenco y por su carrera en el cine y advirtió que no pensaba "demasiado" en los problemas que la habían hecho alejarse de la industria.
Ahora, tras aparecer en rueda de prensa en el Lido de La Mostra de Venecia, todo parece indicar que la actriz ha regresado para no irse, y habló sobre su papel en su trabajo más reciente, The Iceman.
"Ha llegado un momento en mi vida en el que mi prioridad es vivir bien. Solo haré las películas que me compensen dejar mi día a día de lado", dijo a modo de introducción y con un tono quebradizo, ante una gran expectación por parte de los medios.
The Iceman es un “thriller” de gánsters dirigido por Ariel Vromen, en el que Ryder interpreta a Deborah, una mujer aparentemente desconocedora del verdadero trabajo de su marido, Richard Kuklinski, personaje real interpretado por Michael Shannon y uno de los más sangrientos sicarios de Estados Unidos, que fue detenido en 1986.
En el reparto también figuran Ray Liotta, James Franco, Chris Evans y Stephen Dorf.
“Me sentí arrastrada por la ambigüedad del personaje, por esa negación de la realidad, porque no se permite a sí misma explorarla, porque tendría que asumir la responsabilidad que implica", señaló Ryder sobre su personaje.
Y añadió: "Soy actriz, y mi trabajo es meterme en la piel de otras personas. Había cierto paralelismo entre el engaño del personaje y la labor de interpretación".
Y, acto seguido, quiso puntualizar: “He tenido que acercarme a este personaje de manera distinta a como lo había hecho hasta ahora. Al final decidí no hacer investigación sobre el personaje. Primero, porque se cambió el nombre y el de sus hijas para no ser localizada, y segundo, porque me parecía demasiado doloroso para aquella mujer, que también fue acusada de varios cargos en su momento".
Superado el robo que la desprestigió
Atrás queda, por tanto, el suceso que en diciembre de 2001 marcó su vida y su carrera profesional, un robo en unos conocidos almacenes en Beverly Hills (Los Ángeles).
Por aquel hecho, la intérprete fue condenada a tres años de libertad condicional y el pago de 6.355 dólares por el material sustraído y de 1.000 dólares a la corte.
En declaraciones que publicó la edición de agosto de 2007 de la revista "Vogue", Ryder, candidata al Óscar en dos ocasiones, por "Mujercitas" y "La edad de la inocencia”, manifestó que no se sintió culpable "porque no hice daño a nadie".
Además, opinaba, tras varios años de silencio, que si le hubiera "hecho daño físico a alguien, hubiera sido una experiencia totalmente diferente" y que la atención que entonces se centró en ella "fue embarazosa", ya que la noticia sobre su robo superó en titulares en su día a la supuesta captura del líder de la organización terrorista Al Qaeda, Osama Bin Laden.
Además del pago de las multas, la actriz también se sometió a terapia por cleptomanía y cumplió 480 horas de trabajo comunitario a las que fue condenada, que sirvió en el Centro Médico City of Hope de Los Ángeles.
Winona Ryder también declaró a la revista que, después de lo ocurrido, se trasladó a San Francisco para vivir cerca de sus padres y tomó la decisión "consciente de no trabajar".
En aquella entrevista, la actriz, que entonces tenía 35 años, reveló que pese a ser soltera le gustaría tener hijos –en “The Iceman” interpreta a una madre de familia-: "Yo asumí que (ahora) estaría casada y tendría un hijo”, pero agregó que aún no había encontrado al hombre de su vida.
Recordemos que su relación sentimental a mediados de los noventa con Johnny Depp, quien llegó a tatuarse su nombre en el brazo, duró tres años. Ryder declaró, tiempo más tarde, que Depp había sido el hombre más importante en su vida.
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