Ernest Hemingway
POEMAS
I
La noche se acerca entre suaves y somnolientas plumas
oscureciendo el día
acariciando el brillo perlado
moldeando el barro
antes de que adquiera la dureza final
exigiendo que nos quedemos.
II
Hemos pensado los pensamientos más largos
y elegido los caminos más cortos.
Hemos danzado ritmos endemoniados,
temblando al regresar a casa para rezar;
para servir a un amo en la noche,
y a otro en el día.
III
Sé que los monjes se masturban en la noche,
que los gatos caseros se retuercen,
que algunas muchachas muerden;
sin embargo
¿qué podría hacer
para cambiar las cosas?
IV
El deseo y
las dulces y afiladas penas
y las superficiales heridas
que fuiste tú,
se han convertido en una triste oscuridad.
Viene la noche con su rictus
a yacer conmigo
una torpe, fría y rígida bayoneta
sobre mi alma iluminada, palpitante.
y V
El Señor es mi pastor, no
le necesitaré demasiado tiempo.
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