Páginas

domingo, 12 de julio de 2015

Melody Gardot / Una diva con conciencia

Melody Gardot 

Una diva con conciencia

Melody Gardot escribe sus propias canciones y posee una voz carnosa y emocionante. De ella se ha dicho: “Gardot es jazz, sin serlo, aun siéndolo”

Su esperado nuevo disco, 'Currency of Man' recorre los escenarios de la violencia racial en Estados Unidos


    La cantante Melody Gardot. / FRANCO PAOLO TETTAMANTI
    Se ha cansado de la palabra “yo”. Melody Gardot no habla ahora en sus canciones de asuntos personales. Los protagonistas de su nuevo disco, Currency of Man (Decca/Universal), son personas a las que no suele prestarse atención, anónimas pero hermosas, que viven tiempos difíciles y luchan por superarlos. “Historias para recordar lo que pasa aunque tú estés tan ocupado en tu propio mundo que lo has olvidado”, explica. “Amo a la humanidad, aunque no estoy segura de cuánto amo a los seres humanos. Están ocurriendo cosas inquietantes. Me encontraba en Florida cuando sucedió lo de Baltimore y después viajé a Nueva York y Filadelfia. Allí, y en muchos otros lugares, había marchas de protesta. Creo que ahora el sentimiento general, y no importa dónde vivas, es el de querer ayudarnos unos a otros cuando nos enfrentamos a un desastre, sea natural o causado por seres humanos, como en el caso de Charlie Hebdo. Se está despertando una conciencia. Como nunca antes, reconocemos la existencia del otro, formamos parte de algo común. Todos estamos conectados”.
    El título de Currency of Man es “por el precio que ponemos a la humanidad. La forma en que definimos el valor de una persona. Hubo un tiempo en el que el dinero se usaba para comprar hombres. Y en esta sociedad en la que hablamos de igualdad, independencia, libertad, me extraña que aún nos definamos a nosotros mismos como exitosos o no en función de ese trozo de papel”.

    Melody Gardot aprendió español a raíz de su relación sentimental con un argentino y ahora está mejorando su pronunciación del portugués. “Cada vez que cambio de novio tengo que hablar otro idioma”, dice en la lengua de Pessoa al otro lado de la línea telefónica. Pedaleaba por las calles de Filadelfia cuando un todoterreno se saltó un semáforo rojo y la arrolló. Tenía 19 años –ahora ha cumplido 30– y tardó meses en hablar de nuevo y más tiempo aún en volver a caminar. Un neurólogo la animó a emplear la música como terapia. Y, en el ocho pistas que tenía en su habitación, grabó en 2005 las canciones de un EP que tituló Some Lessons. Después vendrían los discos Worrisome Heart (2008), el millonario en ventas My One and Only Thrill (2009) –producido por Larry Klein con arreglos de Vince Mendoza– y The Absence (2012), que produjo para ella el guitarrista brasileño Heitor Pereira.

    Es esencial recordar nuestra historia, saber de dónde venimos, para poder ser más sabios y compasivos”
    Nada va a ser igual tras Currency of Man, grabado en Los Ángeles durante el pasado otoño y producido por Larry Klein (Joni Mitchell, Madeleine Peyroux, Herbie Hancock…), con orquestaciones de Clément Ducol y el ingeniero de sonido Maxime LeGuil. Mientras grababa en París Four Women para un homenaje a Nina Simone,Autour de Nina, la cantante y compositora estadounidense conoció al ingeniero francés y descubrió una voz que nunca había oído en una grabación: la suya. “Al grabar en cinta en un equipo analógico me quedé sorprendida. Decidí que, a partir de ese momento, grabaría siempre en cinta porque, cada vez que hemos hecho un disco de forma digital, mi voz sonaba muy pequeña, como la de una niña”, cuenta. “Iba en un taxi cuando empezó a sonar por la radio una de las canciones y me puse a reír porque el disco suena tan oscuro… Fue interesante escucharlo ya que la afinación está en 432 hercios [frecuencia poco común], lo que produce ese sonido más profundo y cálido”. Urbano, directo y denso, para un disco construido, como ella señala, con el ritmo peculiar de Filadelfia, la ciudad en la que creció.
    Gardot: "Hay que educar, porque no nacemos racistas".
     
    FRANCO PAOLO TETTAMANTI
    Preacherman cuenta la historia de Em­mett Till, un chico negro de 14 años brutalmente asesinado por dos hombres blancos en el Misisipi de 1955. Su crimen: haber tonteado con una mujer blanca. “Estaba de vacaciones en casa de su abuela y nunca volvió a Chicago con su madre. La historia me conmovió. Me la contó mi baterista y comenzamos a escribir la canción hace años. Estando de gira, tuvimos noticia de lo de Trayvon [Martin, adolescente afroamericano asesinado en 2012 en Florida]. Se la mostré a los músicos, la ensayamos y, en el concierto, se la dedicamos a Trayvon. Soy una persona culta, me considero relativamente inteligente, intento aprender cosas nuevas todo el tiempo, estoy siempre atenta a lo que ocurre… Y, en la educación que recibí, me hablaron de Martin Luther King y Rosa Parks, de la esclavitud y la guerra civil, pero nunca de Emmett. ¿Cómo es posible? La muerte de ese chico fue el catalizador para el inicio del movimiento por los derechos civiles”. Después descubrió que Bob Dylan y Vinicius de Moraes también habían escrito canciones sobre Emmett Till.
    “Es esencial recordar nuestra historia, saber de dónde venimos y lo lejos que hemos llegado, para poder continuar ese viaje de ser más sabios y más compasivos. Me resulta chocante que, 60 años después, se produzcan el mismo tipo de situaciones. Tenemos que aprender de nuestros errores y las canciones son una forma de contarlo”. En el vídeo en blanco y negro de Preacherman, filmado en Mississippi, aparece la prima de Emmett, Edelia Carthan, conocida como Dr Jay. “Es un pequeño homenaje a la vida. Te preguntas: ‘¿De qué va esta historia?’. Si te interesa vas a informarte y quizá te preguntes por qué continuamos haciendo las mismas cosas”, dice refiriéndose a las muertes de Michael Brown en Ferguson, Eric Garner en Nueva York o Freddie Gray en Baltimore. Cada vez que alguien vea el vídeo, un dinero irá destinado a la Fundación Emmett Till Legacy. “Creo que hacen un gran trabajo. Dr Jay va a las escuelas, sobre todo de niños negros, para hablarles del movimiento de los derechos civiles, de igualdad y tolerancia. Habla de Emmett a niños que a veces tienen su edad. Es importante para esos chicos porque ella llega y les dice que no se puede seguir sintiendo odio por alguien que tiene un color de piel distinto del tuyo. Hay que educar porque no nacemos racistas, nacemos pequeños seres inocentes que quieren ser amados y amar. Y ese es el espíritu hermoso que debemos alimentar”.
    De Currency of Man salen a la venta dos ediciones: una básica con 10 canciones “y otra llamada artist’s cut [corte de la artista], que es lo que yo quería hacer, una especie de banda sonora donde las canciones fluyen de principio a fin, con audios que había grabado en distintos lugares. La secuencia más larga del álbum tiene que ver con la poesía. Hay piezas que no suelen encajar en un disco estándar, como esa grabación casera hecha cuando murió Charlie Haden. Estaba destrozada porque había perdido a un amigo y, en cierto modo, a un padre. Sola en casa y, con una pequeña grabadora, capté ese momento tocando el piano. Esa fue la primera inspiración deOnce I Was Loved y he querido que la gente vea de dónde viene la emoción. Muchas veces escribo algo y luego en disco es un poco distinta la traducción. Así que en uno de los discos entrego las canciones tal como son y, en el otro, los cuadros y los esbozos, toda la exposición de la galería de arte”, dice riendo. 
    Melody Gardot actúa el 30 de junio en Barcelona; y a finales del mes de julio en Cartagena (24), Madrid (25), San Sebastián (26) y Vigo (28).


    No hay comentarios:

    Publicar un comentario