El cuerpo de los famosos se cotiza caro
Taylor Swift asegura sus largas piernas por 30 millones de euros. La cantante es la última en sumarse a una moda que los famosos practican desde los años cincuenta
La cantante Taylor Swift. / CORDON PRESS
Tiene un Tumblr y una sección en Reddit (los foros digitales con más visitas del mundo) dedicados a sus piernas, así que la cantante ha decidido sacarles (más) partido y asegurarlas por una cifra que ronda los 30 millones de euros. La póliza aún no se ha firmado, pero Internet ya arde con la noticia de que Taylor Swift ha puesto precio a esa parte de su anatomía.
Según han declarado varias personas anónimas en distintos medios, la joven estrella se siente “avergonzada” por la cifra que han alcanzado sus piernas en la tasación. Otras famosas las han asegurado por mucho menos; las de Rihanna no llegan al millón, las de la súpermodelo Heidi Klum valen dos millones, como las de la actriz Jamie Lee Curtis, y las de Tina Turner alcanzan cerca de tres millones. “Puede parecer una suma desorbitada, pero si algo le ocurre a sus piernas, Taylor perderá una de sus señas de identidad sobre el escenario", ha dicho una fuente cercana a la cantante. Y en las portadas de las revistas, las sesiones de fotos o los programas de televisión, porque raro es el momento en que Swift no las muestra vistiendo faldas o pantalones cortos.
Si los mortales comunes suelen asegurar sus casas, sus coches o sus vidas frente a imprevistos que están fuera de su alcance, los famosos protegen esas partes del cuerpo que les han hecho célebres. Hace más de medio siglo que las entonces grandes damas de Hollywood pusieron precio a su anatomía. Se rumorea que tras la famosa escena de La tentación vive arriba, Marilyn Monroe aseguró sus piernas en una cifra cercana a los 10.000 euros, las de la también actriz Betty Grable valían nada menos que un millón de la época y la cintura de Bette Davis alcanzó más de 20.000 euros.
Sin embargo, habría que clasificar a estos famosos (y a sus órganos) en dos categorías: aquellos que aseguran su herramienta de trabajo ante posibles contratiempos y los que ponen precio a esa parte del cuerpo que poco tiene que ver con su talento pero al parecer (o eso creen ellos), mucho con su fama. En el primer grupo se encuentran, por ejemplo, Bruce Springsteen, cuya voz está tasada en 4,5 millones y el guitarrista de los Rolling Stones, Keith Richards, que recientemente ha protegido sus manos. O futbolistas como David Beckham y Cristiano Ronaldo, cuyas piernas están cubiertas por sendas pólizas. Al igual que las manos de Iker Casillas, aseguradas en 2007 por seis millones de euros. La aseguradora británica Lloyds es una de las artífices de este tipo de acuerdos, y desde hace décadas cubre, entre otros, las lenguas de críticos gastronómicos o las narices de enólogos.
Por otro lado, existe un nutrido grupo de actrices y cantantes preocupados por perder sus virtudes físicas. Quizá el caso más famoso sea el de Jennifer Lopez, que hace unos años aseguró su trasero por una de las cifras más altas alcanzadas en este tipo de asuntos: hoy, y tras varias devaluaciones, vale cerca de 45 millones. Pero hay casos, si cabe, más extravagantes. El músico Tom Jones tasó el vello de sus pectorales en cinco millones; el esperma del vocalista de Van Halen, David Lee Roth, cuesta poco menos del millón; la sonrisa de Julia Roberts alcanza los veinte millones, y la de la protagonista de Betty la fea, América Ferrara, siete. Cada pecho de la estrella del country Dolly Parton está tasado en medio millón y los de Madonna en dos. El intérprete Daniel Craig puso precio a su cuerpo entero tras ser contratado para encarnar a James Bond, Jennifer Aniston tiene su melena cubierta por otra póliza y la top model Claudia Schiffer protegió hace años su rostro frente a imprevistos. Aunque la palma se la lleva Mariah Carey. Se rumorea que sus piernas cuestan 1.000 millones. Ante eso, las de Taylor Swift se quedan en calderilla.
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