IDA
de Pawel Pawlowski
Ida, última película del polaco Pawel Pawlikowski. El cine puede ser arte. Fin del post.
Esos 57 caracteres y las fotos hubieran sido suficientes para escribir un post sobre esta película. Pero, aunque una imagen vale más que mil palabras, voy a tratar de describirla con palabras.
Hay historias que no podrían contarse con color. Como esta. Creo que el director no habría logrado transmitir lo que logra transmitir si le hubiera puesto color.
Polonia: años 60. Muchas heridas siguen abiertas después de la guerra. Ida, a punto de ordenarse como monja, bucea en su pasado. Descubre su origen judío y la terrible historia de sus padres muertos durante la segunda guerra mundial. La acompaña en este viaje su tía, a la que conoce por primera vez, y que tiene sus propios demonios a los que enfrentarse. La cuestión judía, la religión, el comunismo, el antisemitismo en Polonia, la culpa…son abordados de una manera diferente a como había visto antes. De una manera muy personal en la que el contexto político e histórico son el telón de fondo, pero lo que importa son los dos personajes principales.
Con tan solo unas pocas escenas y de una manera enormemente sobria, muy contenida, se cuenta una historia dura. Más que dura, brutal. Una historia muy compleja pero rodada de un modo muy simple. Sin artificios técnicos innecesarios, sólo con lo básico. En el formato Academy ratio, cuadrado, que nos evoca un poco el cine mudo y las películas clásicas.
Lo más simple puede ser a veces lo más bello. Lo mostrado del modo más sobrio puede llegarte a lo más profundo. Si no fuera porque todo transcurre en Polonia, en algunos momentos crees estar viendo una película de Visconti. Una de esas películas que te hacen adorar el cine. Actrices y actor protagonistas, música, fotografía … En Ida, todo te deja claro que el cine puede ser arte.
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