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sábado, 15 de diciembre de 2012

Venezuela es el país más corrupto de América Latina




Venezuela es el país más corrupto 

de América Latina



Chile y Uruguay, los menos corruptos de América Latina y Venezuela el más

Por Gabriel Bouys | AFP – mié, 5 dic 2012 7:28 a.m. EST

La lista. AFP.
Chile y Uruguay aparecen como los países menos corruptos de América Latina mientras que Venezuela es el más, según el Índice de Percepción de la Corrupción que elabora la ONG Transparency International, divulgado este miércoles en Berlín.
La lista de los 176 países estudiados la encabezan países Dinamarca, Finlandia y Nueva Zelanda que obtienen unas notas de 90 puntos de los 100 puntos posibles.
En el continente americano, la lista la encabeza Canadá, que aparece en el puesto 9 con una nota de 84 puntos, seguido de Barbados, en el 15º, y Estados Unidos en el 19º.


Entre los latinoamericanos, Chile y Uruguay, son los menos corruptos y comparten el puesto 20 con una nota de 72 puntos de los 100, que refleja el máximo nivel de transparencia.
Después hay que llegar al puesto 48º para ver a otro latinoamericano, Costa Rica, con 54 puntos, seguida en el 58º por Cuba y en el 69º por Brasil.
La posición 83 la comparten El Salvador, Jamaica, Panamá y Perú, Colombia aparece en la posición 94, Argentina en la 102 y Bolivia y México en la 105.




Federico Franco, presidente de Paraguay. Getty Images.
Guatemala está en el 113º, la República Dominicana en el 118, Nicaragua en el 130, Honduras 133, Paraguay 150.
Venezuela cierra la lista en el puesto 165, que comparte con Haití, con una nota de 19 puntos, solo por delante de países como Afganistán, Corea del Norte, Somalia o Irak, entre los más corruptos del mundo.
La constatación más triste para Transparency es que dos tercios de los 176 países clasificados en el Índice de Percepción de la Corrupción 2012 obtienen una puntuación inferior a 50 puntos.
Ello demuestra que las instituciones públicas "deben incrementar su transparencia y que los funcionarios en puestos de poder deben rendir cuentas de manera más rigurosa", dice el informe.
Y es que "las sociedades continúan pagando el alto costo que supone la corrupción?, advierte Huguette Labelle, presidenta de Transparency International.



Venezuela. Getty Images.
La experta recomienda que los gobiernos "incorporen acciones contra la corrupción en todas las decisiones públicas" y "adopten una postura más firme contra el abuso de poder".
En particular, se deberían definir reglas más efectivas sobre los lobby y la financiación política, mayor transparencia en los procesos de contratación y gasto público, y mayor rendición de cuentas de organismos públicos a la población.
"La corrupción es el problema mundial del que más se habla?, advierte por su parte Cobus de Swardt, director ejecutivo de Transparency International.
Pero de Swardt apunta sobre todo a las principales economías del mundo que son las que deberían "dar ejemplo y asegurarse de que sus instituciones sean completamente transparentes y que sus líderes rindan cuentas por sus decisiones".
Se trata de una condición crucial, ya que estas instituciones son fundamentales para impedir que la corrupción se propague a nivel mundial?, aseguró de Swardt.
Transparency realiza esta lista, que se limita a reflejar la percepción de la corrupción, y no tanto el problema en sí, con datos recabados por 13 instituciones internacionales, entre ellas el Banco Mundial, los bancos asiático y africano de desarrollo o el Foro Económico Mundial.
El primer ministro griego, Antonis Samaras (izq), y el italiano, Mario Monti, el pasado 21 de septiembre en Roma. La corrupción sigue haciendo estragos en el mundo y socava sobre todo a los países más afectados por la crisis en la zona euro, como Grecia e Italia, cuya clasificación en la lista se deteriora, indica Transparency International en su informe anual, publicado este miércoles.

http://es-us.finanzas.yahoo.com/noticias/transparency-international-denuncia-corrupci%C3%B3n-socava-zona-euro-115036013.html?page=4

Venezuela encara la posibilidad 

de que Chávez no vuelva a asumir



13 de diciembre ce 2012

El delicado estado de salud del presidente Hugo Chávez, que este jueves seguía luchando en un hospital cubano contra el cáncer, plantea el escenario de una Venezuela sin el líder que ha identificado el poder con su persona en sus 14 años al frente del país y que debe reasumirlo el 10 de enero.
"Confiemos en que, con el amor de millones, el Comandante se repondrá pronto y vendrá a tomar el mando antes del 10 de enero. De no ser así, nuestro pueblo deberá estar preparado para entenderlo", advirtió el ministro de Comunicación, Ernesto Villegas, reconociendo que sería "irresponsable ocultar lo delicado del momento actual y de los días por venir".
Su mensaje, divulgado en un escueto comunicado el miércoles, parece destinado a preparar a los venezolanos a la eventualidad de que Chávez no reasuma la presidencia el 10 de enero, como el propio presidente lo dejó entrever, así como su vicepresidente Nicolás Maduro.
El mandatario se encuentra "estable", pero sigue sumido en un postoperatorio "complejo y duro" tras someterse el martes en La Habana a su cuarta operación contra un cáncer del que se desconoce su ubicación, según el último parte divulgado por el gobierno el miércoles por la noche.
Maduro pidió a la vez a los venezolanos estar "serenamente preparados" para este escenario "difícil".
El mismo Chávez ordenó antes de su operación que Maduro, a quien nombró heredero político, asuma la presidencia temporal si queda "inhabilitado" incluso antes de su toma de posesión en la Asamblea Nacional, cuya fecha fija la Constitución y según analistas es impostergable.
El presidente uruguayo, José Mujica, dijo que planea viajar a Cuba para expresar su respaldo y agradecimiento a Chávez, mientras su par peruano, Ollanta Humala, afirmó que podría visitarlo si es "necesario".
La posibilidad de que Chávez, de 58 años, no supere esta nueva prueba contra el cáncer abre un periodo de incertidumbre en el país y especialmente en el oficialismo, que sólo ha tenido un único e indiscutido líder.
El analista pro-oficialista Nicmer Evans, que estimó "absolutamente posible y factible en cualquier momento" la inhabilitación de Chávez, emplazó al oficialismo a "ir diseñando una serie de estrategias que garanticen la continuidad y profundización del proceso revolucionario".
"De hecho, es una obligación revolucionaria, socialista, bolivariana y chavista planificar la ausencia de Chávez a corto, mediano y largo plazo", dijo.
El mandatario designó a Maduro como candidato oficialista en las elecciones presidenciales que deberían celebrarse en 30 días si él no pudiera reasumir la persidencia.
"El chavismo sin Chávez se había venido satanizando al interior del chavismo, osar hablar (de ello) era como hablar casi de traición a Chávez", dice a la AFP Carmen Beatriz Fernández, presidenta de la firma Datastrategia.
Ahora el reto del oficialismo es demostrar que es "capaz" de "hacer que la revolución tenga vida" sin el mandatario, agrega.
En las calles de Caracas, donde la vida diaria seguía el jueves su curso a excepción de algunas manifestaciones de solidaridad organizadas en el centro, los venezolanos empezaban a hacerse a la idea de que entran en un periodo de incertidumbre política.
"Yo veo muy difícil que vuelva, su situación es muy delicada. De repente puede llegar, pero no para gobernar, quedaría como inhabilitado por la salud", dijo Pedro Marcano, un jubilado de 72 años en el municipio caraqueño de Chacao.
Algunos chavistas mantienen la esperanza y confían que en cualquier caso, Maduro pueda garantizar la continuidad del proyecto de izquierda del mandatario.
"Espero que vuelva. (De lo contrario) se convocarían elecciones. Como él dijo esto no depende solo de un hombre, sino que es un equipo completo", afirmó Johnny Vega, trabajador de un taller de radiadores.
Fernández destacó que algunas encuestas que han medido otros liderazgos dentro del chavismo detectaron que "no hay un segundo de abordo que alcance ni remotamente al presidente Chávez, pero entre los posibles segundos había un hombre que destacaba y ese es Nicolás Maduro", dijo.
"Ni el carisma, ni la conexión cuasirreligiosa que existe entre Chávez y parte del pueblo venezolano se puede heredar", coincidió en el diario opositor Tal Cual el columnista Vladimiro Mujica.
En la cadena oficial VTV, donde la figura de Chávez siempre ha estado omnipresente, se transmitían el jueves imágenes de archivo sobre su presidencia, intercaladas con spots con imágenes del mandatario junto al pueblo.
Chavismo y oposición competirán este domingo en unas regionales cruciales en esta coyuntura.
El oficialismo pidió esta semana votos de "amor" por Chávez con el fin de conquistar los ocho estados en manos de opositores y gobernar en los 23 del país.
La oposición volvió a rechazar este jueves el "uso electoral" de la enfermedad por parte del oficialismo, como ya había hecho la víspera su líder Henrique Capriles, candidato a la reelección a la gobernación de Miranda (norte).
Capriles, que perdió las elecciones en octubre frente a Chávez por 11 puntos porcentuales (55% a 44%), podría ser el nuevo candidato en el escenario de que debieran convocarse unas próximas presidenciales.
El delicado estado de salud del presidente Hugo Chávez, que este jueves seguía luchando en un hospital cubano contra el cáncer, plantea el escenario de una Venezuela sin el líder que ha identificado el poder con su persona en sus 14 años al frente del país y que debe reasumirlo el 10 de enero.


http://es-us.noticias.yahoo.com/venezuela-encara-posibilidad-ch%C3%A1vez-vuelva-asumir-180928346.html




Sin piedad


Nicolás Maduro llora ante las cámaras de televisión. Jura que amará al presidente Chávez más allá de la vida, pero no movió un dedo para alertar el grave peligro en que se encontraba aquel cuando todavía estaba más acá. Ninguno de los que hoy jeremiquean y elevan la mirada cuando ven venir un camarógrafo se plantó ante el alto gobierno y el partido para advertir que Chávez estaba muy enfermo y que el esfuerzo de la campaña sería nefasto para él.
En vez de eso, le mintieron al país diciendo que el Presidente estaba curado, organizaron actos de masa al que lo llevaban (en carroza, pero lo llevaban); y lejos de hacerlo desistir de su determinación de postularse nuevamente a elecciones, se plegaron a lo que evidentemente fue un designio del propio Chávez y le siguieron la corriente en una decisión que iba a costarle mucho al barinés, pero que redundaría en gran provecho para los jerarcas que lo rodean. Los hechos así lo proclaman: 1) Chávez y su círculo cambiaron la fecha de las elecciones, y fijaron las presidenciales dentro del límite que el candidato oficialista podría alcanzar (esto lo sabían todos quienes participaron en la escogencia de la fecha y nadie le dijo que aquello era suicida); 2) cada vez que salía de sus retiros curativos, regresaba a la faena asegurando que ya estaba recuperado, aserto al que se sumaron quienes hoy acusan a la oposición de alegrarse del mal de Chávez (como Diosdado Cabello, quien, para abonar a la tesis de la curación, dijo que Nelson Bocaranda, informador de los avances del cáncer, estaba "enfermo del alma"); 3) el resultado es que Chávez lidia con una cuarta operación y enfrenta, según él mismo dijo, "alguna inflamación, algunos dolores, seguramente producto del esfuerzo de la campaña"; 4) mientras Maduro es, en la práctica, presidente de la república, un cargo al que no hubiera soñado llegar puesto que, aun cuando la carrera de sindicalista es muy loable, no se ha formado, y sus declaraciones, compuestas de retallones de la ripiosa retórica cubana, no evidencian sino rustiquez y mengua intelectual. 5) Al tiempo que Diosdado Cabello despliega su gran poder y ejerce el control de todo sin el riesgo de ser humillado en cadena nacional.
Ahora sabemos, sin lugar a dudas, que lo único que convenía a Chávez era retirarse del mando y no comprometerse en una campaña electoral. Pero eso hubiera puesto en riesgo los intereses de quienes tenían en sus manos la posibilidad de impedir que Chávez malbaratara sus restos de vitalidad. Esto incluye, desde luego y principalmente, a los cubanos, quienes, como ha quedado demostrado, sólo han visto en el pobre Chávez una chequera que camina por América Latina.
Ni Fidel Castro, el más enterado de las fluctuaciones en la salud de Chávez, ni sus "hermanos del alma", ni quienes lo han aludido como "un padre enfermo", ni los periodistas del Gobierno pronunciaron una palabra para detener el molinillo al que se había arrojado Chávez en medio de aplausos interesados.
Tampoco contó el infortunado paciente con médicos que detuvieran la trituradora. Muy por el contrario, en octubre del año pasado el país vio al director del Hospital Militar, Earle Siso García, y a los doctores Fidel Ramos y Rafael Vargas desmintiendo en televisión al doctor Salvador Navarrete –quien había dicho que Chávez tendría a lo sumo dos años de vida– y afirmando que su estado era "bastante satisfactorio y con un excelente pronóstico". Mientras tanto, Navarrete había tenido que salir a toda prisa del país porque los interesados en continuar con la farsa le mandaron la policía política para hostigarlo
Como todo en la revolución, el imperativo político se impuso sobre la vida de Chávez (o sobre una convalecencia menos ruda), de la misma manera como la agenda política se ha tragado la economía del país, hoy al borde del abismo, las instituciones y hasta el derecho a la vida de los miles de venezolanos muertos por la violencia porque el régimen siempre ha considerado la seguridad ciudadana contraria a sus prioridades políticas.
El verdugo de los petroleros, de Franklin Brito, de la jueza Afiuni, de los productores del campo expropiados, extorsionados, secuestrados y arruinados, de los presos políticos, de las universidades y de la economía venezolana no encontró tampoco un ápice de piedad en quienes hoy rezan por él... desde las tarimas donde usan su nombre para convertirse en gobernadores.

http://www.el-nacional.com/milagros_socorro/piedad_0_99591896.html

 

¿Extrañar a Chávez?

Por: MARíA ISABEL RUEDA |
 

María Isabel Rueda

La revolución bolivariana chavista logró igualar a pobres y ricos en un aspecto bien curioso: ni para los unos ni para los otros hay papel higiénico en Venezuela.

Nunca pensé escuchar a un Presidente de Colombia decir de Hugo Chávez: “Lo necesitamos y esperamos que se recupere pronto”. Santos fue sincero cuando dijo eso. Y puede que hasta razón tenga.
Chávez convenció a las Farc de que era ahora o nunca. Hasta cuentan que Iván Márquez, en los ratos libres que le dejan sus retozos de catre con Tania en La Habana, se la pasa reclamándole a Humberto de la Calle: “¿Qué fue lo que ustedes le hicieron a Chávez, que nos tiene aquí sentados?”. Por eso, es legítimo preguntarnos, quién lo creyera, si Hugo Chávez nos va a hacer falta.
En Colombia se rompen los termómetros cuando ponen a la gente a graduar su impopularidad en las encuestas. Lo que de pronto los colombianos nunca vemos, enceguecidos por la rabia de sus complicidades con las Farc, es que Chávez no es un caso aislado en América Latina. Aquí hace rato ya no nos preguntamos si giraremos hacia la derecha o hacia la izquierda, sino hacia qué tipo de izquierda va el continente. 



¿Hacia la moderada de Brasil, Uruguay, Perú (hasta de Ecuador, siendo exageradamente generosos con Correa), dedicados a la tarea de combatir la pobreza respetando las instituciones democráticas y la propiedad privada? ¿O hacia la de populistas, estrafalarios y malos gobernantes como son los presidentes de Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Cuba, embelesados con modelos de desarrollo no viables?



Chávez se volvió el presidente de este club. Le tocó en suerte gobernar durante un período de fenomenal crecimiento de los precios del petróleo, bajo la ecuación: petrodólares + populismo = carisma. A punta de asignarle al Estado venezolano un gigantesco rol en la economía, y matriculado en una orgía de gasto público, logró construir una innegable conexión emocional con la mayoría de su pueblo, que hoy lo llora, como el suyo lloró a Evita Perón por lo mismo.
Debo confesar que, por trágico que sea, me hace atacar de la risa cuando se agarra a cantar, bailar, tuitear, expropiarlo todo o hablar durante horas por radio o televisión para irradiar su encanto político. Pero, claro, ha sido un pésimo gobernante.
Venezuela, hace 20 años, tenía sofisticadas manufacturas, pujantes empresarios y una vibrante agricultura. Hoy el país está devastado por el populismo con que se manejaron las utilidades de una de las mayores reservas petroleras del mundo, con unas tasas de crimen desbocadas, corrupción a los más altos niveles, apagones eléctricos y escasez de alimentos básicos.
La revolución bolivariana chavista logró igualar a pobres y ricos en un aspecto bien curioso: ni para los unos ni para los otros hay papel higiénico en Venezuela. Pero no solo sufrió la economía. Sufrieron las instituciones venezolanas por cuenta de sus excesos autocráticos. Se tomó las cortes, politizó el Banco Central, toleró audacias del narcotráfico como el ‘cartel de los soles’ para ganarse el apoyo del ejército, e impuso su unanimidad en la Asamblea Nacional.
Desde el punto de vista cristiano, ninguna muerte puede alegrarnos. Pero, políticamente, la ironía es que tampoco están las cosas como para celebrar la desaparición de Hugo Chávez, si es que realmente algún día, que parece cada vez más cercano, llega a morir. A Colombia se le ha vuelto un mal necesario. Sin su ascendiente sobre las Farc, el proceso perdería una especie de seguro.
Y, como van las cosas, hasta tendremos que quedar agradecidos (¡cómo es la vida!) de que exista el vicepresidente Nicolás Maduro, que, ungido por Chávez y muy bien visto por Cuba, seguramente ganaría las elecciones en caso de que haya que convocar unas nuevas. Porque la alternativa sería un mal mil veces peor, que se llama Diosdado Cabello. Nos libre Dios, que tanto nos ha dado.

http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/maraisabelrueda/extranar-a-chavez-maria-isabel-rueda-columnista-el-tiempo_12453886-4



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