Miles de colmillos para la medicina china
2011 ha marcado un record de incautaciones de marfil desde su prohibición hace 22 años.
Ese dato indicac que resurge la caza furtiva en África por la demanda asiática.
El contrabando de colmillos de marfil ha alcanzado durante 2011 niveles récord desde su prohibición hace 22 años, según señala Traffic.
Esta organización internacional, que lucha contra el tráfico ilegal de animales y plantas, ha revelado que este año se confiscaron en el mundo 23 toneladas de colmillos de elefante, una cantidad que equivale, al menos, a 2.500 paquidermos muertos.
Traffic relaciona este repunte del comercio ilegal de marfil con la enorme demanda que existe en Asia, donde se cree que el marfil tiene propiedades medicinales. "La mayoría de cargamentos ilegales de colmillos de elefante terminan en China o en Tailandia", indicó el experto en elefantes Tom Milliken, de la citada organización.
Una población desigual
EUROPA PRESS
En 1989 se adoptó una prohibición total del comercio de marfil a nivel mundial para frenar la matanza indiscriminada de los elefantes africanos en países como Kenia.
Actualmente, existen unos 400.000 a los 700.000 ejemplares de estos animales. En algunos países del sur de África, como Botswana, hay grandes poblaciones de elefantes que van en aumento, hasta el punto de que las autoridades de Sudáfrica ya están preocupadas con el número de elefantes, que se ha extendido hasta llegar a dañar las reservas protegidas.
En el resto del mundo la situación está lejos de ser alentadora. En las áreas más anárquicas o con falta de legislación, como la República Democrática del Congo, la caza furtiva está desenfrenada.
Milliken ha añadido que la caza furtiva es una consecuencia indirecta de las inversiones que China está dirigiendo en África para asegurarse los minerales y los recursos energéticos para atender sus demandas de combustible y crecimiento económico.
"África Central ha resultado brutalmente afectada, especialmente República Democrática de Congo", ha denunciado el experto, quien sostiene que también se está produciendo caza furtiva de elefantes en Zimbabwe, Zambia, norte de Mozambique, Kenia y Tanzania.
Durante 2011 se han producido al menos 13 grandes operaciones para incautar cargamentos ilegales de marfil, frente a seis que se produjeron en el 2010, con menos de diez toneladas intervenidas.
La organización ha protestado por las pocas detenciones que se han producido en estas operaciones y han apuntado que los delincuentes operan cada vez con mayor sofisticación. "El único denominador común en el tráfico es que el marfil sale de África y llega a Asia, pero las rutas cambian constantemente, ya que los contrabandistas buscan las mejores opciones para eludir las detenciones", advierte Milliken.
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