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viernes, 2 de abril de 2010

Eduardo Carranza / Tres poemas



Eduardo Carranza
TRES POEMAS


EL INSOMNE
A Alberto Warnier
A alguien oí subir por la escalera.
Eran -altas- las tres de la mañana.
Callaban el rocío y la campana.
... Sólo el tenue crujir de la madera.

No eran mis hijos. Mi hija no era.
Ni el son del tiempo en mi cabeza cana.
(Deliraba de estrellas la ventana)
Tampoco el paso que mi sangre espera...

Sonó un reloj en la desierta casa.
Alguien dijo mi nombre y apellido.
Nombrado me sentí por vez primera.

No es de ángel o amigo lo que pasa
en esa voz de acento conocido...
... A alguien sentí subir por la escalera...

****

SONETO CON UNA SALVEDAD
A Pedro Laín
Todo está bien: el verde en la pradera,
el aire con su silbo de diamante
y en el aire la rama dibujante
y por la luz arriba la palmera.

Todo está bien: la frente que me espera,
el agua con su cielo caminante,
el rojo húmedo en la boca amante
y el viento de la patria en la bandera.

Bien que sea entre sueños el infante,
que sea enero azul y que yo cante.
Bien la rosa en su claro palafrén.

Bien está que se viva y que se muera.
El Sol, la Luna, la creación entera,
salvo mi corazón, todo está bien.

****
EL OLVIDADO
A Jorge Gaitán Durán
Ahora tengo sed y mi amante es el agua.
Vengo de lo lejano, de unos ojos oscuros.
Ahora soy del hondo reino de los dormidos;
allí me reconozco, me encuentro con mi alma.

La noche a picotazos roe mi corazón,
y me bebe la sangre el sol de los dormidos;
ando muerto de sed y toco una campana
para llamar el agua delgada que me ama.

Yo soy el olvidado. Quiero un ramo de agua;
quiero una fresca orilla de arena enternecida,
y esperar una flor, de nombre margarita,
para callar con ella apoyada en el pecho.

Nadie podrá quitarme un beso, una mirada.
Ni aún la muerte podrá borrar este perfume.
Voy cubierto de sueños, y esta fosforescencia
que veis es el recuerdo del mar de los dormidos.






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