Venom Queen / Jennifer Love Hewitt,

 

 JENNIFER LOVE HEWITT

Jennifer Love Hewitt, nacida el 21 de febrero de 1979, en Waco, Texas, alcanzó la prominencia a principios de los 90 como estrella de televisión antes de convertirse en una figura definitoria de Hollywood a finales de los 90. Trasladándose a Los Ángeles cuando era niña, su gran avance llegó con el exitoso drama adolescente "Party of Five" en 1995, donde interpretó a Sarah Reeves Merrin, un papel que ganó su amplio reconocimiento y llevó a un exitoso spin-off. Su transición al cine le trajo papeles principales en piedras de toque cultural como "I Know What You Did Last Summer" (1997) y su secuela de 1998, ambas filmadas en Carolina del Norte, consolidándola como una figura importante en el auge de terror adolescente de la década. En el cambio del milenio, se había convertido en una de las actrices jóvenes más bancables de Hollywood.

En 2001, Hewitt expandió su repertorio retratando a la legendaria icono de la pantalla Audrey Hepburn en un biopic de la CBS, ganando aclamación de la crítica por su interpretación de la gracia y profundidad emocional de la leyenda de Hollywood. Su carrera continuó floreciendo con el drama sobrenatural "Ghost Whisperer" (2005-2010), filmado en Universal City, California, donde interpretó a Melinda Gordon, una mujer que podía comunicarse con espíritus. La serie se convirtió en un éxito internacional, transmitiéndose en más de 40 países y atrayendo a millones de espectadores semanales. Durante esta época, ella también se aventuró en la música, lanzando cuatro álbumes de estudio entre 1992 y 2002, con singles en Japón y los Estados Unidos, mostrando su versatilidad tanto en la actuación como en la música.

En la década de 2010, Hewitt siguió siendo un pilar de televisión con papeles notables en "The Client List" (2012-2013) y más tarde uniéndose al elenco del procedimiento del crimen "9-1-1" en 2018, filmado en Los Ángeles. Más allá de su trabajo en la pantalla, se convirtió en una escritora consumada, escribiendo libros de relaciones y autoayuda que reflejaban su imagen pública como accesible y glamurosa. Más de tres décadas, su atractivo perdurable, un cambio perfecto entre los géneros y la habilidad de resonar con el público de todo el mundo la cimentaron como una de las figuras más reconocibles y queridas del entretenimiento estadounidense.