Maggie Smith
Buen esqueleto
La vida es corta, aunque no se lo digo a mis hijos.
La vida es corta, y yo he acortado la mía
de mil maneras deliciosas y desaconsejadas,
mil maneras deliciosamente desaconsejadas,
que no les diré a mis hijos. El mundo es por lo menos
cincuenta por ciento terrible, y ese es un cálculo
optimista, aunque no se lo digo a mis hijos.
Por cada pájaro, hay una piedra arrojara a un pájaro.
Por cada niño querido, un niño quebrado, embolsado,
hundido en un lago. La vida es corta y el mundo
es mitad terrible, como mínimo, y por cada desconocido
amable, hay otro que te dañará,
aunque no se lo digo a mis hijos. Intento
venderles el mundo. Cualquier agente inmobiliario,
mostrándote una casa hecha mierda, elogia
el buen esqueleto: Este lugar podría ser hermoso,
¿no? Podrías volverlo hermoso.

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