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domingo, 12 de junio de 2022

Socorro Oliveros / Rodolfo y el caballo

Socorro Oliveros



Socorro Oliveros
RODOLFO Y EL CABALLO


SEMANA: ¿Y cómo así que él le regaló un caballo?

Socorro Oliveros: Sí, porque nos ennoviamos. Él hizo una carretera en Santander y el día que la inauguró le regalaron un caballo. Él tenía una yegua, y el caballo me lo regaló. Le cuento que él me conquistó más que todo por el caballo porque yo tenía como 18 años y sentí que ese animalito nos unió mucho. Yo empecé a ir a la casa finca de su familia todos los fines de semana a ver el regalo, a limpiarlo y montarlo.

SEMANA: Era la excusa perfecta para ver al ingeniero mono y de ojos claros…

Socorro Oliveros: Sí, claro, empezamos a salir, éramos afines en muchas cosas. No duramos ni un año de novios. Es más, a mí me tumbó el caballo y me fregó la rodilla (risas). Un día, Rodolfo, al verme con las muletas y al escuchar que mi padre le decía “casi me mata mi hija”, me afirmó: “Sabe qué, casémonos”. Lo hizo como para arreglar el lío de la tumbada del animal. Casi me caso con muletas.

El impresionante relato de Socorro Oliveros, esposa de Rodolfo Hernández, sobre la desaparición de su hija





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