Páginas

miércoles, 27 de abril de 2022

Triunfo Arciniegas / Lecciones de literatura




Triunfo Arciniegas 

LECCIONES DE LITERATURA V

27 de abril de 2022


¿Está dispuesto a enseñar las tripas de la intimidad? ¿Tiene el coraje de dejarse ver por dentro, donde nadie es bello? La literatura es ante todo una exploración del dolor. Hasta las telenovelas terminan cuando se acaba el calvario de los personajes.

Página tras página se pierden las máscaras que nos permiten la convivencia. Por eso el libro hiere. Sus afiladas páginas, libres de la hipocresía y las buenas costumbres, escarban entre las carnes del lector. Los libros dicen de frente lo que otros callan.

¿Pero está dispuesto a devorar su propia miseria? Para que nos digan que la vida es bella están los libros de autoayuda, y para festejar mentiras y torcidos se hicieron los periódicos. Para la fugacidad y las trivialidades, las revistas o las redes. Para compartir el paseo al río o el viaje a París, Instagram. Para pasar el rato, una película de aventuras, una comedia, una sopa de letras.

Si el pudor es tanto, si no puede con la vergüenza, quédese como lector, que no es cualquier aventura, y el mundo seguirá dando vueltas. Pero acuda a los libros en toda circunstancia y por todo motivo.

Para las grandes preguntas y los asuntos fundamentales de la vida, la literatura. Usted se quita el sombrero y abre el libro con la devoción que otros entran al templo. Porque en estos territorios alguien se ha despojado de sus ropajes y enseña el alma, animal desplumado, torpe y feo.





lunes, 25 de abril de 2022

José Emilio Pacheco / La lectura como placer


LA LECTURA COMO PLACER*

José Emilio Pacheco


I

“La literatura”, dice Katherine Anne Porter, “es una de las pocas felicidades del mundo”. Reivindicaba así el derecho de leer como un espacio de goce que debe estar al alcance de todo ser humano por voluntad propia, de ningún modo como algo impuesto u obligatorio. Leer con la naturalidad con que respiramos y hablamos. Leer como una parte indispensable de la vida, como un medio para vivirla de la mejor manera posible.

sábado, 16 de abril de 2022

Mary Oliver / Singapur

 



Mary Oliver
SINGAPUR


En Singapur, en el aeropuerto,
una sombra fue retirada de mis ojos.
En el cuarto de baño de mujeres, una división estaba abierta.
Una mujer de rodillas lavaba el fondo
   de la taza blanca.

Una desagradable sensación en mi estómago
y toqué mi boleto en el bolsillo.

Un poema siempre debiera tener pájaros.
Un martín pescador, por ejemplo, con ojos audaces y alas relucientes.
Los ríos son placenteros, y por supuesto los árboles.
Una cascada, o si no es posible, una fuente
   que suba y baje.
Una persona quiere habitar en un lugar feliz, en un poema.

Cuando la mujer me vio no pude interpretar su gesto.
Su belleza y su bochorno se mezclaban, y ninguno de 
   los dos ganaba la batalla.   
Ella sonrió y yo sonreí. ¿Tiene algún sentido?
Todos necesitamos un trabajo.

Sí, una persona quiere habitar en un lugar feliz, en un poema.
Pero antes debemos mirarla ahí abajo mientras atiende su trabajo,
     lo que es en sí aburrido.
Con un trapo azul está lavando la parte superior de los ceniceros del aeropuerto, que son tan 
grandes como las tapas de los basureros.
Su pequeña mano voltea el metal, tallando y levantando.
No trabaja con lentitud, tampoco con rapidez, pero como un río.
Su cabello oscuro es como el ala de un pájaro.

No dudo ni un instante que ella ame su vida.
Y quiero que se levante de entre la costra y el agua sucia
   y vuele hacia el río.
Esto probablemente no ocurra.
Pero quizá sí.
Si el mundo fuera sólo dolor y lógica, ¿quién lo apreciaría?

Claro que no lo es.
Tampoco me refiero a algo milagroso, es sólo
la luz que emana de la vida. Me refiero 
a la forma en que ella dobla y desdobla el trapo azul,
a la forma en que sonrió para mí; me refiero
a la forma en que este poema está lleno de árboles y pájaros. 



jueves, 14 de abril de 2022

Emily Ratajkowski / Modelo y feminista a su manera



Emily Ratajkowski

Emily Ratajkowski

Modelo y feminista… a su manera


La británica Emily Ratajkowski es la nueva imagen del perfume Pure XS, de Paco Rabanne. Y alterna su frenética actividad en pasarelas, sesiones de fotos y sets de rodaje con la defensa de los derechos de la mujer.

Helena Poncini
21 de diciembre de 2018


IRREVERENTE, provocadora, magnética… Quizá sea por la luz tenue y envolvente de la sala o por la decoración arabesca de las paredes y los sofás de terciopelo, que aún conservan el aura del antiguo burdel que fue el hotel Maison Souquet, en el barrio parisiense de Clichy. Pero lo cierto es que, sentada en medio de este escenario excelso, Emily Ratajkowski (Londres, 1991) no pierde ni un ápice del magnetismo y la sensualidad que irradia en las fotografías. La modelo, que se estrena como imagen del perfume femenino Pure XS, de Paco Rabanne, saluda con un apretón de manos tan delicado como su aspecto. Su figura menuda se envuelve en un largo vestido, que la dota de una candidez alejada de sus provocadoras poses.

martes, 12 de abril de 2022

Mary Oliver / La ciénaga

 


Mary Oliver
La ciénaga

Anoche, bajo la lluvia, unos hombres treparon
el alambrado del centro de detención.
En la oscuridad se preguntaron si iban a lograrlo
y supieron que lo tenían que intentar.
En la oscuridad treparon el alambre de púas, manojo
tras manojo.
En la oscuridad, también, capturaron a la mayoría
y los mandaron de nuevo adentro.
Pero unos pocos todavía están trepando, o vadeando
la ciénaga azul del otro lado.

¿Cómo se sentirá agarrar el alambre de púas como
si fuera un pedazo de pan o un par de zapatos?
¿Cómo se sentirá agarrar el alambre de púas como
si fuese un plato y un tenedor, o un puñado de flores?
¿Cómo se sentirá agarrar el alambre de púas como
si fuese el picaporte de una puerta, papeles de trabajo o
una sábana limpia con la que te quieres cubrir el cuerpo?


Mary Oliver / Huracán

 


Mary Oliver
HURACÁN

No se comportó
como nada que te
puedas imaginar. El viento
desgarró los árboles, la lluvia
cayó durante días fuerte
y sesgada. El dorso de
la mano sobre todas las cosas.
Vi a los árboles doblarse y sus hojas
caer y volver a la tierra. Y eso
fue todo. Y este fue un solo huracán
que sobrellevé, el otro fue de una
clase diferente, y duró más. Entonces
sentí mis propias hojas ceder
y caerse. El dorso de la mano
sobre todas las cosas. Pero
escucha lo que le pasó a los
árboles: hacia el final de ese verano
soltaron hojas nuevas de sus ramas
cortadas. Era la temporada incorrecta, sí,
pero no pudieron detenerse. Parecían
postes de teléfono, y no les importaba.
Y después de las hojas llegaron los pimpollos.
Porque para algunas cosas
no hay temporadas incorrectas,
que es lo que sueño que me pase a mí.




Mary Oliver / No quiero vivir una vida pequeña

 



Mary Oliver

NO QUIERO VIVIR UNA VIDA PEQUEÑA

I Don't Want to Live a Small Life by Mary Oliver


No quiero vivir una vida pequeña. Abre tus ojos,
abre tus manos. Acabo de volver
del campo de moras, el sol

besándome con su boca dorada todo el camino
(abre tus manos) y las nubes con alas de viento
siguiéndome porque pensaban que quizá yo podría

alimentarlas, pero no: cargo estas formas de corazones
solo para ti. Mira cuántas y qué pequeñas
pero tan dulces y quizá el último regalo

que voy a darle a alguien en este
mundo de esperanza y peligro, por favor, 
mírame. Abre tu vida, abre tus manos.



lunes, 11 de abril de 2022

Anónimo / La próxima vez

 



Anónimo
LA PRÓXIMA VEZ


Después de los atentados del 11 de septiembre, una empresa que tenía sus oficinas en el World Trade Center invitó a sus ejecutivos y empleados que por alguna razón habían sobrevivido al ataque, para compartir sus experiencias.

La gente estaba viva por las razones más simples.

Eran pequeños detalles.

👉🏼 Al director de una compañía se le hizo tarde porque era el primer día de kínder de su hijo.

👉🏼 Una mujer se retrasó porque su despertador no sonó a tiempo.

👉🏼 A uno se le hizo tarde porque se quedó atorado en la carretera en la que había un accidente.

👉🏼 A otro sobreviviente se le fue el autobús. 

👉🏼 Alguien se tiró comida encima y necesitó el tiempo para cambiarse.

👉🏼 Uno tuvo un problema con su auto, que no arrancó.

👉🏼 Otra regresó a contestar el teléfono.

👉🏼 Otra tuvo un bebé.

👉🏼 Otro no consiguió un taxi.

👉🏼 Pero la historia que más impresionó fue la de un señor que se puso un par de zapatos nuevos esa mañana, y antes de llegar al trabajo le había salido una ampolla. Se detuvo en la farmacia por una curita y por eso está vivo hoy.


Ahora, cuando me quedo atorado en el tráfico, cuando pierdo un elevador, cuando regreso a contestar un teléfono y muchas otras cosas que me desesperan, pienso primero: “Este es el lugar exacto en el que debo estar en este preciso momento”.


La próxima vez que tu mañana te parezca enloquecedora, que los niños tarden en vestirse, que no logres encontrar las llaves del auto, o que te encuentres todos los semáforos en rojo... No te enojes ni te frustres.




Sharon Olds / Poema al padre


Sharon Olds
POEMA AL PADRE

De pronto te imaginé
de niño en aquella casa, habitaciones oscuras
y cálida chimenea con el hombre enfrente
callado. Te movías a través del grávido aire
con tu corpórea belleza, un chico de siete años,
indefenso, avispado, hubo cosas que el hombre
hizo cerca de ti, era tu padre,
el molde con el que fuiste creado. Abajo en el
sótano, los barriles de dulces manzanas,
cogidas del árbol en su momento álgido, se pudrieron
y descompusieron y por delante de la puerta del
sótano el arroyo corría y corría, y algo
no te fue dado, o algo te fue
robado, algo con lo que naciste, y hoy
incluso a tus 30 y 40 años te llevas
la oleosa medicina a tus labios
cada noche, ponzoña para ayudarte
a caer inconsciente. Siempre pensé que
la clave fue lo que nos hiciste
de adulto pero luego recordé a aquel niño
siendo moldeado frente al fuego, los
diminutos huesos de su alma
retorcidos y fracturados, los pequeños
tendones sujetando el corazón
partidos en dos. Y lo que ellos te hicieron
tú no me lo hiciste. Cuando ahora te amo,
me gusta pensar que estoy dando mi amor
directamente a ese chico de la habitación tórrida
como si ese amor pudiese alcanzarlo a tiempo.







Sharon Olds / Dos poemas





Sharon Olds

DOS POEMAS


Querer


Esperé en el pasillo mientras su mujer
preparaba todo para la noche,
ajustaba el goteo, limpiaba la saliva 
seca de las comisuras de sus labios,
comprobaba que la escupidera estuviera cerca,  
el timbre prendido de la sábana,
como un chupador a la cuna.
Mientras, yo pensaba en el goteo,  
en la manivela de acero de la cama,
en el timbre, en la taza, en la luz.
Siempre lo supe un objeto es un mundo de objetos. 
Y es que no hablaba, a veces, por una semana, 
se limitaba a hacer esas señas suyas:
si abría y cerraba los dedos como un pico, 
mujeres parloteando; si se golpeaba la frente, 
la estupidéz de las mujeres te destruye.
Yo había dejado de esperar que me hablara
con sinceridad antes de morir. Aguardé
junto a la enfermería, donde las mujeres dejan
las flores cuando se llevan sus bebés a casa.
Cuando ella salió de su habitación estaba radiante:
él le había tomado las manos, le había agradecido
cuánto había hecho por él durante veinte años,
y después le había dicho:
Quiero dedicarte el resto de mi vida.





Exclusividad

(para mi hija)

Me acuesto ahora en la arena de la playa y te miro
a vos que estás también
acostada en la arena. Quiero grabarte en mi memoria
para cuando no estés más conmigo: tus labios
turgentes y brillantes de rouge bajo el sol,
tus labios suaves como los labios interiores
de una concha de mar; tu piel dorada de vainilla,
barnizada y apenas irregular como la superficie
de una vainilla, tu pelo atado en un rodete serio.
Te amé en vez de a otros,
te amé como una forma de no amar a nadie más,
cada partícula precisa de tu cuerpo
hacía el dios, así como vos fuiste hecha dentro mío,
en un mundo sellado. ¿Y qué si de tus labios aprendí
el amor de otros labios, si de tus trenzas y gomitas
el amor de otros lazos, si de tus ojos que
se estremecen cerrados, el amor de otros ojos,
de tu cuerpo los cuerpos,
de tu vida las vidas?
Hoy veo que hay algo que aprender de vos
y es a amar lo que no me pertenece.







Sharon Olds / No hay nada más natural que hablar de sexualidad

Sharon Olds


Sharon Olds

“Para mí no hay nada más natural que hablar de la sexualidad”

Sharon Olds recibe este sábado el Premio Leteo en León. Su voz se caracteriza por la radicalidad de temas de sexualidad y política

La poeta Sharon Olds, en su apartamento de Nueva York. / PASCAL PERICH (EL PAÍS)





El lugar del que emerge la voz poética de Sharon Olds (San Francisco, 1942) no resulta fácil de rastrear. Para algunos se trata de una voz incómoda. Helen Vendler, una de las críticas de poesía más autorizadas de Estados Unidos, la rechaza abiertamente. Entre otras cosas, la voz de Olds se caracteriza por la radicalidad con que da cuenta de experiencias a las que ningún ser humano es ajeno. “A muchos les molesta la manera en que abordo la sexualidad o ciertos aspectos de la intimidad familiar como qué significa ser madre o ser hija. O que escriba la dolorosísima crónica del abandono de una esposa por parte del marido. O las fases terribles de la muerte de un padre, víctima de cáncer”. Pero es en esto en lo que radica la fuerza de su poesía. El salto del ciervo,su libro más reciente hasta la fecha, galardonado en 2013 con el Premio Pulitzer, es la crónica de las secuelas que deja en una mujer un divorcio inesperado.
La voz de Olds logra conectar con lectores que no están acostumbrados a leer poesía, arrastrándolos hacia zonas primordiales de la percepción y el sentimiento de un modo que resulta tan directo y elemental como profundo. Y sí, la experiencia puede resultar perturbadora, pero también liberadora. La voz de Olds penetra en la sensibilidad de quien la lee con una inmediatez poco común y en cualquier momento puede dar un giro desconcertante, que a la propia poeta no le resulta fácil de explicar, como ocurre con el poema titulado El pene del Papa, cuya intención, pese a lo que pueda sugerir el título, no es irreverente. Una voz que hoy recibirá el León el XV Premio Leteo, que concede el Club Cultural Leteo, presidido por Rafael Saravia.
¿Cuál es el origen de sus versos? “En primer lugar está la danza… el baile, en su sentido primigenio … La verdad es que la poesía siempre ha estado ahí, desde que era muy niña. Dentro de mí había una voz que cantaba, y se trataba de sacarla fuera, primero llevándola al mundo de los sonidos, luego al de la página”. Esto último tardó muchos años en suceder. Olds tenía 37 años cuando publicó su primer libro, Lo que dice Satán. El volumen sorprendió, entre otras cosas, por la naturalidad con que habla de la experiencia sexual. Nadie había abordado el asunto con la desnudez con que lo hace ella. “Eso molestó a mucha gente, pero para mí no había nada más natural. Como poeta, me pareció un regalo, como si me dijeran: he ahí una zona de la experiencia humana que o se trata de un modo que la envilece o se pasa por alto, ¿por qué no hablas de eso? Y es lo que hice, pero no es sólo el tema de la sexualidad en sí. Hablo de manera parecida de lo que significa ser madre, y de hecho, el motivo por el que no publiqué antes es que yo era madre a tiempo completo. La maternidad es algo que yo elegí libremente y que me hizo sentirme plenamente realizada. Luego, cuando escribí sobre lo que significa tener hijos, también hubo gente a la que le molestó mi manera de hacerlo”.
La poesía de Sharon Olds tiene una dimensión decididamente política: “No puedo permanecer callada ante lo que veo que sucede en mi país. No puedo sancionar con mi poesía las atrocidades que lleva a cabo mi gobierno. Por eso cuando el marido de Laura Bush me invitó a la Casa Blanca rechacé la invitación”. Consciente de la imagen negativa que tiene muchas veces su país en el exterior, la visión de Estados Unidos a la que se acoge Sharon Olds es la de Emerson (sobre quien escribió su tesis doctoral), Whitman y Thoreau, la América del Norte representada en poesía por las grandes voces de la democracia: “La gran suerte de la tradición poética norteamericana reside en el hecho de que tenemos una madre y un padre formidables, Emily Dickinson y Walt Whitman. Nuestra tradición está firmemente anclada en la unión de dos voces poderosísimas, una masculina y otra femenina. De esa conjunción milagrosa deriva todo lo demás”.
Uno de los libros más potentes de Sharon Olds es El padre (1992), crónica desgarradora de la agonía y muerte de su padre. La influencia de Sylvia Plath es muy patente, aunque la singularidad de su voz sigue siendo algo inexplicable. “Muchas veces me preguntan dónde se forman mis poemas y nunca sé qué decir, de la misma manera que no sé qué es la imaginación. No soy una poeta intelectual. ¿En los pulmones? ¿En el movimiento físico del brazo? Cuando escribo no tengo la menor idea de lo que estoy haciendo… Cuando los jóvenes poetas me piden consejo siempre les digo lo mismo, que lleven una vida sana, porque el lugar del que procede la poesía es un lugar sano”.



sábado, 9 de abril de 2022

Alejandra Pizarnik / El mito vuelve

 



Alejandra Pizarnik, el mito vuelve

Un libro colectivo celebra a la poeta argentina y se anuncia una biografía con material inédito para el 50º aniversario de su muerte el año que viene


RAQUEL GARZÓN
Madrid, 29 de abril de 2021

¿Puede una escritora cambiar de piel medio siglo después de su muerte? Alejandra Pizarnik, sí. Tras la publicación de Árbol de Diana, su cuarto libro, prologado por Octavio Paz, Pizarnik (Avellaneda, 1936- Buenos Aires, 1972) se convirtió en un nombre inevitable de la poesía del siglo XX. La leyenda de esta poeta de culto, alentada por una muerte trágica a los 36 años una noche en la que los barbitúricos fueron demasiados, no ha parado de crecer con la sucesiva aparición desde 2000 de su poesía, prosa y diarios, al cuidado de la poeta Ana Becciu, albacea de la escritora. Pero los inéditos que se conservan en la Universidad de Princeton subrayan la sensación de que su identikit (retrato robot) creativo todavía reserva sorpresas.

Alejandra Pizarnik / Mensajera de la luna

 



Dibujo de Alejandra Pizarnik

«Alejandra Pizarnik. Mensajera de la luna», artículo de Antonio Fernández Molina


Fue hacia mitad de los ¿felices sesenta?, durante la primera etapa de mi incorporación a Papeles de Son Armadans en Palma de Mallorca y hacia el de la etapa final de la revista Sur de Victoria Ocampo, en Buenos Aires, donde en sus páginas nos conocimos mutuamente. No tardó en llegarme una carta suya con un poema inédito para Papeles y un libro suyo. Con ello me llegaban deslumbradoras su poesía y su personalidad, la una idéntica a la otra. El libro, la carta y el original, eran convulsivos y conmovedores. Así incorporaba un nombre nuevo en la lista de grandes poetas americanas de nuestra lengua, siempre admiradas por mí: Sor Juana Inés de la Cruz, María Eugenia Vaz Ferreira, Juana Borrero, Gabriela Mistral, Alfonsina Storni, Juana de Ibarbourou... A partir de entonces nuestra correspondencia solo fue interrumpida por su muerte. Los sobres de sus cartas siempre estaban escritos a mano con su deliciosa letra menuda de niña genial, cuyo recuerdo no puede por menos de conmoverme. Sus cartas a veces contenían un sugestivo dibujo o collage realizados por ella. Le publicaba sus originales con gran entusiasmo. Tengo la impresión, y no creo equivocarme, de haber introducido su poesía en España. Comunicaba al mismo tiempo mi entusiasmo a otros amigos, Antonio Beneyto entre ellos, quien ha realizado una espléndida labor difusora de su poesía, personalmente de palabra, por escrito y como editor en su Colección La Esquina, del libro inédito Nombres y Figuras (1969) —que ella me envió con tal destino— y con sus oportunas gestiones y alientos para hacerle preparar una antología de su obra que ya solo pudo ver la luz en 1975, tres años después de su muerte,  con el título de El deseo de la palabra, en la Colección Ocnos, de Barral Editores.