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miércoles, 12 de enero de 2022

Triunfo Arciniegas / Finch




Triunfo Arciniegas
FINCH

¿Cómo puede hacerse una historia tan conmovedora con un hombre, un perro y un robot?

Finch es la demostración del arte de contar en su modo más puro, más primario, más elemental. Todo lo superfluo ha sido eliminado. Una pelota es la conexión entre dos criaturas o especies y una mariposa puede ser el renacimiento o la promesa de una nueva vida.

Conocemos el contexto a medida que se desarrolla la historia, sin extraviarnos, sin necesidad de regresarnos a repasar una escena porque una situación resulta confusa. La historia fluye como el agua. La información no confunde el hilo narrativo.

Centenares de personas hicieron esta película, pero vemos y seguimos a un solo actor en la pantalla, Tom Hanks, llenándola con su habitual genialidad, y dirigido con maestría por Miguel Sapochnik, a quien le debemos La batalla de los bastardos, uno de los episodios más extraordinarios de Juego de tronos. No hay más actores ni son necesarios. A menudo estas películas con un solo actor resultan tediosas, pero Finch no, en ningún caso Finch. Ni tampoco dos admirables antecedentes que merecen numerosos repasos, aunque no se trata de solitarios extremos: Soy leyenda, la obra maestra de Richard Matheson protagonizada por Will Smith, y La carretera, la maravillosa novela de Cormac McCarthy, protagonizada por Vigo Mortensen, acompañado por el niño australiano Kodi Smit-McPhee, quien de nuevo en el papel de hijo se consagra en la película de Jane Campion, El poder del perro.

Jeff, el robot torpe y divertido, imprudente pero cada vez más sabio, significa la reinvidicación de las máquinas del cine apocalíptico, frente a la estupidez y el salvajismo del ser humano. Aprende de sus errores y, como un niño, se muere por una historia. Goodyear, el perro, se transforma en el sentido de los últimos días de Finch. Y ambos, el robot y el perro, simbolizan una bofetada al ser humano. Tal vez ellos sí merezcan heredar la tierra.

Una historia que podría ser absolutamente desoladora nos mantiene con el corazón en la boca de principio a fin. Finch no es otra cosa que la magia de una historia bien contada.

Y vivimos ansiosos de historias.

Ojalá tuviésemos la capacidad de aprender de los errores y evitar la catástrofe que nos borre de este mundo ancho, maltratado y ajeno.

Cuatrovientos, 11 de enero de 2022





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