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martes, 19 de enero de 2021

Traicionan a Patricia Highsmith al sacar a la luz sus diarios íntimos

 

Patricia Highsmith


Traicionan a Patricia Highsmith al sacar a la luz sus diarios íntimosBIOGRAFÍALa célebre autora era antisemita, racista y misógina, odiaba a mujeres y hombres: no lo ocultó en estos textos y, según su editora, Anna von Planta, eso no se quedará fuera de la publicación


Javier Ansorena
10 de noviembre de 2019

En el verano de 2015, el mundo editorial vivía sacudido por la controversia de la publicación de «Ve y pon un centinela», el segundo libro de Harper Lee. La novela era en realidad poco más que un borrador de «Matar a un ruiseñor», una de las grandes obras literarias estadounidenses del siglo XX, y que Lee se hartó de decir que sería su primer y último libro. La novela salía a la luz pocos meses antes del fallecimiento de Lee, a los 89 años. Muchos creían que las circunstancias de la publicación eran dudosas y que el consentimiento de la autora, después de negarse toda una vida, no estaba claro.

Otro de los faros de la literatura americana del siglo XX, Patricia Highsmith, ni siquiera tendrá la oportunidad de aprobar la publicación de sus escritos más íntimos. La autora de «El talento de Mr. Ripley» o «Extraños en un tren» falleció en 1995 y ahora se conoce que sus diarios personales se publicarán en 2021. Una publicación sorprendente que abrirá una ventana que siempre estuvo cerrada: Highsmith, nacida en Fort Worth (Texas) en 1921 era reservada y misteriosa, un enigma para amigos, amantes y colaboradores. En vida se esforzó por mantenerlo, pero tras su muerte no ha podido evitar que le levanten la falda a su vida personal.

La publicación de los diarios traiciona esa intimidad a cambio de un conocimiento mucho más profundo y sofisticado de Highsmith, una autora fascinante y rompedora. Ella fue la primera en escribir una novela sobre lesbianas con final feliz: «El precio de la sal», que firmó primero con seudónimo, que después volvió a publicar con otro título -«Carol»- y que fue adaptada en Hollywood en 2015, con Cate Blanchett en el papel principal.

En sus diarios, escritos durante seis décadas, Highsmith volcó su fascinación con los factores psicológicos de la violencia, sus reflexiones sobre el bien y el mal, el impacto personal de la soledad y experiencias íntimas. Mucho tiene que ver con la sexualidad y con su propia identidad sexual. En las páginas, escritas a mano en cuadernos de espiral, no oculta el conflicto personal por su atracción a las mujeres y explica que fue a terapia «para estar en condiciones de casarme», según extractos a los que ha tenido acceso «The New York Times». Sin embargo, también se enfrentó, aunque fuera en la intimidad de sus diarios, a la represión de su condición sexual: «No estoy en nada avergonzada de mi homosexualidad».

La publicación detallará un amplio abanico de encuentros y relaciones sexuales, que retratan a una mujer áspera y tumultuosa: describe un encuentro sexual fallido con el escrito Arthur Koestler como «episodio miserable, triste»; ataca la sexualidad reprimida de la época, con una descripción del «hombre americano» que «no sabe qué hacer con una chica cuando la tiene. No está realmente deprimido o inhibido por los controles del puritanismo: simplemente no sabe qué hacer en la situación sexual»; también apunta su enamoramiento de sus propios personajes, como en el caso de Carol, de quien dice haber caído «locamente enamorada»: «¿Qué mejor cosa se puede hacer que dedicar lo mejor de mi fortaleza a su creación día tras día? Y por la noche, estar exhausta. Quiero pasar todo mi tiempo, todas mis noches con ella»; en otro pasaje, describe cómo se obsesiona sexualmente con una cliente del centro comercial Bloomingdale’s de Nueva York, cómo la sigue hasta su casa y cómo eso le despierta reflexiones sobre el amor y el asesinato. «Matar es una forma de hacer el amor, una forma de poseer», escribió en 1950.

Ella fue «la poeta de la aprensión», según la definición de Graham Greene, que dijo de ella que «creó un mundo sin límites morales». «Ella es increíblemente moderna porque habla a la irracionalidad: era una lesbiana que odiaba a las mujeres, incorrecta políticamente por completo y ciertamente ninguna abanderada del movimiento feminista», ha asegurado a «The Guardian» uno de sus biógrafos, Andrew Wilson. «Podía ser una mujer monstruosa, violenta y muy desagradable».

Su genio está en los diarios, pero también un pensamiento de encaje imposible a día de hoy. Highsmith era antisemita, racista y misógina, odiaba a mujeres y hombres. No lo ocultó en sus diarios y, según su editora, Anna von Planta, eso no se quedará fuera de la publicación.

Planta ha asegurado al «Times» que no censurará esas opiniones y que en la edición de los diarios no busca una versión edulcorada de Highsmith, aunque tampoco una recreación en los aspectos más oscuros de su personalidad y de sus pensamientos.

«La idea es mostrar cómo Patricia Highsmith se convirtió en Patricia Highsmith», ha explicado Von Planta sobre los diarios, a los que hasta ahora solo tenían acceso académicos y biógrafos. «Y que ella cuente con sus propias palabras su vida, sus pensamientos, sus preocupaciones y la creación de su obra».

Lo que no está claro es que ella lo hiciera con gusto: «Ningún escritor traicionaría a su vida privada», dijo en 1940 en una carta. «Sería como mostrarse desnudo en público».

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