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miércoles, 23 de enero de 2019

Esther García Llovet / Sánchez / Formidable novela que sabe a ‘noir’







Michel Piccoli y Romy Schneider, en 'Max y los chatarreros'.Ampliar foto
Michel Piccoli y Romy Schneider, en 'Max y los chatarreros'. GETTY

Formidable novela que sabe a ‘noir’

La lucidez narrativa de Esther García Llovet es mucha. Tanta como la de sus personajes en la novela ‘Sánchez’


J. ERNESTO AYALA-DIP
21 ENE 2019 - 04:23 COT

En 2016, el jurado del Premio Herralde consideró, con preclara decisión, que una novela titulada Cómo dejar de escribir, de Esther García Llovet, merecía ser publicada. Estoy segurísimo de que si la segunda novela, Sánchez, que ahora publica la misma autora, la hubiera presentado al mismo premio, se hubiera llevado algo más que el premio de consolación que se llevó, que obviamente no es poco. Pero empecemos por el principio.

Esther García Llovet había creado en Cómo dejar de escribir un Madrid a su medida. O, lo que es igual, a la medida de su poética narrativa. Novelas sobre Madrid en los años ochenta y noventa del siglo pasado se escribieron muchas, aunque se parecían mucho a crónicas generacionales, con mayor o menor tino literario. García Llovet cambia ahora aquel paradigma algo quejoso y kamikaze que gastaban aquellos personajes y lo convierte en un artefacto narrativo poco frecuente por estos lares en esta tesitura. Termino de leer Sánchez y me sabe a un noir. De esos con los que los directores de cine franceses solían hacer, en el siglo pasado, unos peliculones inol­vidables con Romy ­Schneider y Michel Piccoli como protagonistas. (¿Recuerda el lector el filme Max y los chatarreros?).








Formidable novela que sabe a ‘noir’


Sánchez es un perdedor. Y Nikki, la narradora, sabe que lo es. Nikki tiene la suerte de que su papel, además de delictivo las más de las veces, es ser testigo de lo que ve, siente y no siente. Luego está otro que se llama Beltrán, un pijo con tentaciones peligrosas y que, como su perro, ladra más que muerde. El peligro en esta novela está fuera. La lucidez narrativa de Esther García Llovet es mucha. Tanta como la de sus personajes. Pero a estos, como suele pasar a veces en la vida, apenas les sirve para sobrevivir.
Esta formidable novelita también se podría haber titulado Beltrán o Nikki, o como la frase final del libro, La verdadera naturaleza de las cosas.Llevo varias semanas tratando de que me llegue alguna novela no demasiado solvente para poder demostrar así que no soy un crítico fácil de engañar. Pero cuesta. El actual nivel formal y su pleno sentido narrativo en la novela española elevaron su listón exponencialmente. Pues eso, por favor, no dejen de leer este libro.
Sánchez. Esther García Llovet. Anagrama, 2018. 136 páginas. 16,90 euros.


1 comentario:

  1. Desafortunada crítica para esta "novelita" (en esto sí que acierta) que aburre del principio al final. Suena a broma eso de que le sabe a un noir...

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