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domingo, 26 de agosto de 2018

La fragilidad de Rosario Castellanos / Los adioses, de Natalia Beristán


Fotograma de 'Los adioses

La fragilidad de Rosario Castellanos

‘Los adioses’, de Natalia Beristáin, cuenta el problema de la conciliación familiar en la vida de la escritora mexicana


SONIA CORONA
México 18 AGO 2018 - 12:56 COT

Rosario Castellanos lo quería todo: escribir poemas y ensayos, dar clases en la universidad y criar a su hijo Gabriel al lado de su marido el filósofo Ricardo Guerra. Los adioses, la nueva película de la directora Natalia Beristáin, explora la vida íntima de una de las escritoras mexicanas más sobresalientes del siglo XX. El filme abunda en su relación con Guerra y las dificultades que Castellanos tuvo para encontrar un balance entre su exitosa carrera literaria, en plena década de los años 50, y su familia.
Beristáin (Ciudad de México, 1981) comenzó a leer los textos de Castellanos hace cinco años sin la intención de hacer una película. La directora halló en sus poemas y ensayos las respuestas a varias de sus inquietudes sobre el papel de la mujer en una sociedad machista como la mexicana. “Tenía una serie de cuestionamientos personales alrededor de la vida en pareja, de la maternidad, de ser una mujer que decide seguir trabajando, de las relaciones a largo plazo, cosas más mías y sabía que quería hacer algo alrededor de eso pero no encontraba la forma”, cuenta la directora.
Al leer las cartas que Castellanos (1925-1974) le envió a Guerra durante varios años, Beristáin supo que quería concentrar la historia de su película en la relación de la pareja. En Los adioses, la vida de la escritora y el filósofo se cuenta en dos velocidades: por un lado la época en la que como estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Castellanos buscaba un lugar en el mundo de las letras mexicanas, y después como escritora consagrada y premiada. Para el doble relato Beristáin eligió a Tessa Ia y a Pedro de Tavira para interpretar a Castellanos y Guerra cuando se conocieron; y a Karina Gidi y Daniel Giménez Cacho, en la etapa más madura.


La cineasta Natalia Beristáin.
La cineasta Natalia Beristáin.  EFE

Para desarrollar el guión, la directora encontró en la obra de Castellanos las claves y los momentos que explicaban su sentir respecto a la conciliación familiar, la infidelidad y la maternidad. “Descubrí a una mujer sin un parangón en cuanto a su brillantez, su lucidez y su vanguardismo de pensamiento. Pero además una mujer con la que podía conectar muy en lo íntimo, una mujer contradictoria, falible, frágil, insegura, divertida, con un sentido del humor muy peculiar, alguien con quien podía entenderme”, explica Beristáin. El poema Ajedrez, por ejemplo, ha servido para ilustrar en el filme el momento más tenso de la relación entre Castellanos y Guerra. Las actrices que interpretan a la también poeta reconocen que durante el rodaje fue vital consultar su obra. “Antes de entrar al set tenía que leer un par de poemas para acordarme en qué estado ánimo estaba, es tan abierta, es muy entregada y muy transparente”, apunta Karina Gidi.
Sobre cultura femenina y El eterno femenino aportaron el contexto de vida de las mujeres de mediados del siglo XX al filme. Aunque Castellanos no se consideraba feminista, una buena parte de sus escritos pugnan por la igualdad entre hombres y mujeres. Los adioses ganó el premio del público del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) y del Festival del Nuevo Cine Mexicano de Durango. Entre los espectadores, cuenta Beristáin, existe una franca curiosidad respecto a la vida y obra de la escritora porque a pesar de que se desarrolla en otra época coincide con la reivindicación de las mujeres por la igualdad que ha resurgido en los últimos años. “Una parte fuerte de la película es darte cuenta de lo actual que es, que toda la problemática de ella sigue siendo vigente al día de hoy”, señala la actriz Tessa Ia.
Este es el segundo filme de Beristáin que en 2013 estrenó No quiero dormir sola, la historia de una abuela y su nieta unidas por la soledad y el alzhéimer. Desde entonces la cineasta ha notado que el estigma de que el cine mexicano es malo se está diluyendo y que existen más espacios para las mujeres que dirigen cine. Y en las salas también: “las mujeres entre 25 y 35 años deciden lo que se ve en los cines mexicanos”, refiere. Los adioses se estrena el próximo 24 de agosto en 250 salas en México.


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