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jueves, 7 de agosto de 2003

París despide con dolor y canciones a Marie Trintignant

Jean Louis y Nadine Trintignant, en el funeral de su hija,
la actriz Marie Trintignant.
 


París despide con dolor y canciones a Marie Trintignant

Vestidos de blanco por petición de la familia, actores, políticos, músicos y amigos dieron ayer el último adiós a la actriz.

OCTAVI MARTI
7 AGO 2003

París se despidió ayer, por partida doble, de la actriz Marie Trintignant, fallecida el viernes 1 de agosto a consecuencia de los golpes recibidos de su amante, Bertrand Cantat. Por la mañana, en el teatro Edouard VII, en el que ella había actuado recientemente, la familia reunió a sus amigos para un recordatorio privado. Catherine Deneuve, Daniel Auteuil, Patrice Chéreau, Anouk Aimée, Vincent Pérez, Sandrine Kiberlain, Amira Casar, Jane Birkin, Claude Lelouch o Romane Bohringer son algunos de los artistas que acudieron a la cita presidida por los padres de Marie, Nadine y Jean Louis Trintignant, su hermano Vincent, su hijo Roman y su suegro, Alain Corneau. Políticos como el ministro de Cultura, Jean Jacques Aillagon, o como el anterior primer ministro Lionel Jospin, también estaban presentes en un acto en el que el escritor Jorge Semprún dijo: "Nuestra cólera se calmará en la serenidad de nuestra alma y en las lágrimas de nuestros ojos".
El actor Lambert Wilson, colega de Marie en el rodaje deColette, leyó un poema de Ronsard dedicado a "los amores de Marie", mientras el cantante Jacques Higelin, con la ayuda de la actriz y también cantante Lio, insistió: "Si estamos todos aquí es porque somos amigos, porque la vida es hermosa y continúa. Marie está con nosotros y vamos a cantar pensando en ella". Los asistentes, vestidos en tonos claros, corearon con tristeza las canciones preferidas de Marie.
Por la tarde, en el cementerio de Père-Lachaise, en compañía de centenares de ciudadanos, el ministro de Cultura puso un ramo sobre la tumba "en homenaje de la República", a quien "había luchado tanto para conseguir la igualdad entre hombres y mujeres".
El padre de la actriz, Jean Louis, quiso leer una de las muchísimas cartas recibidas de desconocidos en la que se afirmaba que "no hay que llorar por la que has perdido, sino alegrarte por haberla conocido", pero no pudo acabar la lectura debido a la emoción. La madre, Nadine, evocó los últimos momentos de vida de su hija: "Cuando llegué al hospital y vi que tu hermano lloraba, Marie, supe que era grave, muy grave".
La televisión pública había programado los dos últimos días una serie protagonizada por Marie y dedicada a historiar el combate feminista en Francia entre 1939 y hasta la actualidad. Varias asociaciones feministas también quisieron estar presentes en la ceremonia, con rosas blancas y claveles rojos, en honor de quien aceptó convertirse en símbolo de su combate. Para algunas de ellas, Marie "ha vivido el drama que cada año conoce un millón y medio de mujeres en Francia", refiriéndose a la violencia masculina contra la mujer, pero para otras feministas "no sirve de nada convertir un caso particular en general", porque hay que respetar "la individualidad de cada drama".






CANTAT ACEPTA LA EXTRADICIÓN


Mientras en París la ciudad se despedía de la actriz, en Vilnas el fiscal Ramutis Jancevicius recordaba que no había ninguna razón por la que las autoridades lituanas tuviesen que proceder a la inmediata extradición de Bertrand Cantat, supuesto responsable de la muerte de la actriz. "En mi opinión, una persona que ha cometido un crimen aquí, en Lituania, debe ser juzgada en Lituania". Precisó también: "Aún no he recibido demanda alguna de extradición de parte de Francia". Pero también dijo que "las autoridades del país no han firmado de momento ninguna autorización que permita a policías franceses de la brigada criminal desplazarse a Vilna para interrogar a Cantat y a diversos testigos".
El abogado de Cantat confirmó que el cantante ya conoce la noticia de la muerte de su compañera sentimental. Según el letrado, el músico "es favorable a una extradición rápida hacia Francia". En el breve interrogatorio ante un juez lituano Bertrand Cantat se declaró "dispuesto a pagar su deuda y a asumir todas sus responsabilidades", pero "en Francia". "No tengo nada que hacer aquí, en Lituania".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 7 de agosto de 2003

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