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miércoles, 15 de septiembre de 2004

Pisando los talones / Henning Mankell, más radical que Wallander





Mankell afirma que es "más radical" que su detective Wallander

El autor sueco participa en el Fórum y presenta 'Pisando los talones'


ROSA MORA
Barcelona 15 SEP 2004


"Wallander y yo no nos parecemos mucho. Sólo tenemos tres cosas en común: la misma edad, nos gusta la ópera italiana y trabajamos mucho", afirmó ayer el autor sueco Henning Mankell (Estocolmo, 1948), que ha viajado a Barcelona para participar en el Fórum y de paso presentar su última novela publicada en España, Pisando los talones (Tusquets). El escritor explicó que ha incorporado a la hija del policía en su nuevo libro.

"Escribo en la tradición literaria más antigua, la que utiliza el delito para reflejar la sociedad"

Pisando los talones es la séptima novela de la serie del inspector Kurt Wallander que Mankell publica en España. Entre las siete ha vendido más de medio millón de ejemplares. Como en las anteriores, el escritor se dedica a desmontar minuciosamente la imagen que buena parte del mundo tiene de Suecia. "Son los otros quienes han inventado que Suecia es una utopía. Luchamos contra los mismos problemas que en España o Portugal, con la única excepción de que nosotros nunca hemos tenido una dictadura. En mis libros intento dar una imagen más real de Suecia. Es una de las sociedades más decentes en que se puede vivir".
¿Por qué entonces se fue a vivir a Mozambique?, le preguntaron ayer en conferencia de prensa. "Cuando era joven quise tener una visión del mundo desde fuera de Europa y eso me llevó al continente africano. Vivir en África me ha hecho mejor europeo".
Kurt Wallander se enfrenta en Pisando los talones a unos asesinatos en serie. Desaparecen tres jóvenes que celebraban la noche de San Juan y desaparece también uno de los detectives que investigaba el caso. Mankell no oculta nada al lector, que sabe más que el propio Wallander; pese a esto, el escritor logra mantener la tensión a lo largo de más de 500 páginas.
Lenta, minuciosamente se va desvelando la figura de un psicópata: no le gustaba la gente feliz, no le gustaba que sonrieran. "Siempre me he preguntado qué pasa con la gente totalmente marginada, que no sabe cómo sobrevivir, a la que la sociedad no necesita, que no son nada. Cuando este tipo de personas se encuentra con otras que lo tienen todo, que sonríen, pueden suceder cosas terribles. Cada vez hay más personas marginadas en Europa. Y lo más terrible son los jóvenes, que no logran superar los estudios en la escuela, que no se sienten queridos, que no son bienvenidos en la sociedad. De ellos surge el tipo que va con una navaja por la calle. Éste es el trasfondo de la novela".
Wallander no está bien de salud y parece deprimido y triste en esta historia. Además, no logra que prospere su relación con Baiba. Mankell, que definió a su detective como "muy sueco y, por tanto, muy europeo", no estuvo de acuerdo. "No deja de encontrar mujeres. Por Dios santo, si en cada libro le presento a una, pero no hay manera. Lo que pasa es que todavía ama a su ex mujer. Es apasionadísimo. No, no está deprimido, está preocupado. Yo también estoy preocupado, preocupado por Bush".
Insistió en que no se parece a su inspector de policía. "Espero tratar mejor a las mujeres de lo que lo hace él y comer menos comida basura que él. Yo soy mucho más radical, aunque Wallander acaba de confesarme que él también tiene problemas con el señor Bush".
¿Le gustaría votar en las próximas elecciones estadounidenses? "Sí", rotundo. "No votaría a favor de Kerry, pero sí contra Bush. Ayer estaba leyendo un libro de Carlos Fuentes [Contra Bush]. Es comparable a Fahrenheit 9/11, de Michael Moore, pero mucho más profundo y chocante. Es excelente. Esta mañana a las siete he llamado a mi editor sueco y le he pedido que lo comprara y lo tradujera. Espero que Wallander también lo lea y que le interese".
Mankell, que repitió diversas veces que Wallander es un personaje de ficción, se refirió a él en numerosas ocasiones como si fuera de carne y hueso.
¿Se jubilará Wallander? "No querrán ustedes que le mate, ¿verdad? Según la legislación sueca, se puede jubilar dentro de nueve años, aunque también podría hacerlo dentro de tres, pero perdería beneficios. Trabajará hasta el final, se jubilará y se comprará un perro".
Antes de que ese momento llegue, Mankell ha decidido enviar refuerzos al policía. En Before the frost (Antes de la helada), que se publicó en Suecia el año pasado y que aparecerá en España en 2006, el escritor ha convertido a la hija de Wallander en policía. El libro ha tenido un éxito extraordinario en Suecia. "Es el que más se ha vendido hasta ahora. Dos Wallander valen más que uno. El policía y su hija trabajan juntos. Él no entiende nada de lo que hace ella y ella cuenta muchas cosas de su padre, cosas que incluso yo no sé".
A Henning Mankell no le preocupa en absoluto que le adscriban al género negro. "Escribo en la tradición literaria más antigua, la que utiliza el espejo del delito y del crimen para reflejar la sociedad. ¿De qué hablaban las tragedias griegas sino de crímenes? Cuando me preguntan cuál es la mejor historia criminal, siempre contesto que Macbeth, de Shakespeare".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 15 de septiembre de 2004







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