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viernes, 28 de julio de 2017

A Juan Benet le aburre la lectura de sus libros



A Juan Benet le aburre 

la lectura de sus libros


GABRIELA CAÑAS
Santander 
25 AGO 1984
ENVIADA ESPECIAL
"Yo sólo leo mis novelas para corregirlas antes de mandarlas a la imprenta", decía ayer el ingeniero de caminos y escritor Juan Benet. "Esta primavera, sin embargo, tuve que leer mi libro Volverás a Región, publicado hace 20 años. Lo tuve que hacer, además, detalladamente, porque se trataba de comparar con una traducción al inglés que me habían dicho que era mala. Creí que acabaría en una semana, pero resulta que tardé dos meses en leerlo a causa del intenso aburrimiento que me produjo".
Juan Benet, premio Planeta en 1980 con El aire de un crimen, y premio de la Crítica de este año con su última obra, Herrumbrosas lanzas; clausuró ayer en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, de Santander, el seminario dedicado a Literatura medieval y literatura contemporánea. El escritor aseguró, a pesar de su intervención en el curso, que no le agrada la literatura medieval porque es en su mayoría en verso y sólo suele leer prosa, que tampoco le gusta hablar sobre sus propias obras, que no le divierte el cine -"voy dos o tres veces al año"- y que tampoco le satisface la literatura que se está haciendo ahora en España. "Sí, me gustan muchas cosas", añadió. "Todas las demás".

En España se lee

Respecto al futuro del libro, Benet fue optimista "Nunca el video-texto acabará con el libro. Ninguna técnica nueva ha arrinconado a una antigua. El cine no terminó con el teatro y nunca se habían vendido tantos libros en la historia como hoy. Cuando dicen que en España se lee poco, no acabo de creerlo. Un Robbe-Grillet vende en Francia 10.000 ejemplares, mientras que un escritor español comparable a él, como Cela, ha vendido 100.000 ejemplares de su último libro, Mazurca para dos muertos".Si a Benet le aburre leer sus propios libros, le divierte, sin embargo, muchísimo escribirlos. "Sé que cambio constantemente de tiempos, y no sólo es que parezca que quiero confundir al lector, es que es lo que pretendo. Me divierte hacerlo así. Le dedico a la escritura dos horas al día. Me roba tiempo y me da poco dinero, por lo que sería una contradicción que me aburriera. Escribir un libro es, en principio, un acto inocente. Luego resulta que hay alguien que lo edita, alguien que lo compra, alguien que incluso lo lee y hasta quien después. te lo comenta".
También ayer se clausuró el seminario Cine y Literatura: Madrid-París-Hollywood,con la intervención del cineasta argentino exiliado en París Edgardo Cozarinsky. Antes del habitual coloquio, los alumnos pudieron ver una de sus películas, Autorretrato de un desconocido, que, según,el director, es un imaginario autorretrato de Jean Cocteau". Cozarinsky es autor también de las películas Puntos suspensivos, Los aprendices de brujo, La guerra de un solo hombre y Altamar, filme que acaba de rodar estos días en Holanda.
El director del seminario, Guillermo Cabrera Infante, cerró después éste haciendo una comparación con el Titanic. "Como dijo el capitán del Titanic poco antes de la tragedia", anunció el escritor cubano-británico, "esto parece que se acaba".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 25 de agosto de 1984




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