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martes, 23 de octubre de 2012

Lorenzo Silva / Premio Planeta 2012

Lorenzo Silva
Lorenzo Silva 

“Son los premios 

los que me han puesto aquí”

El escritor madrileño, galardonado con el Planeta 2012, descubre parte de la historia de Bevilacqua y Chamorro en 'La marca del meridiano'


Lorenzo Silva, ganador del la 61 edición del Premio Planeta. / MARCEL.LÍ SÀENZ
El brigada Rubén Bevilacqua estaba a punto de dejar la Guardia Civil enLa estrategia del agua, la anterior novela de la serie, harto del trabajo, de sus jefes y de la justicia. En La marca del Meridiano, la novela con la que Lorenzo Silva ganó el Premio Planeta 2012 (601.000 euros), las cosas mejoran en parte. “Ahora que todo está mal, él se siente más conforme, más sereno, acepta el sistema para el que trabaja. Se acerca a los 50 años y ve las cosas de manera diferente. Es la primera historia de madurez de Bevilacqua”. Buena falta le hace esa madurez para afrontar un caso muy complicado, que, además, le lleva a Barcelona donde debe resolver también un complejo pasado personal. “Consigue navegar por un mar proceloso y por un terreno lleno de minas”.
El tema de Madrid-Barcelona, con la que está cayendo, parece también premonitorio. “Tenía esta novela en la cabeza desde hace unos años. En realidad, desde que publiqué La reina sin espejo, en 2005, que también pasa en Barcelona. Me sentía en la obligación de contar a los lectores lo que le sucedió en esta ciudad a Bevilacqua. Escribí La marca del Meridiano el año pasado y la acabé a principios de este y entonces no se veía en el horizonte ningún problema, al menos, como lo que está pasando ahora. Mi mujer es catalana y yo leo prensa catalana y escucho y veo radio y televisión en catalán. ¡Ni hace seis meses se podía prever”.
Silva confía en que no haya jamás una línea divisoria entre Cataluña y España. “Yo pasó mi tiempo entre Getafe y Viladecans, o sea entre Madrid y Barcelona. Son la periferia tan potente e interesante cultural y socialmente como el centro. Tengo una imagen grabada, que aparece en varias de mis novelas: los trenes de Cercanías. En Getafe vivo cerca de las vías y los oigo arrancar a las seis de la mañana llevando músculo, sangre y cerebro a trabajar en Madrid. Y lo mismo pasa en Viladecans con respecto a Barcelona. Esto es lo que conozco y siento”.
Bevilacqua, Vila, entre sus colegas, trabaja de nuevo con la sargento Virginia Chamorro y con la última incorporación al equipo, el agente Juan Arnau.
El escritor conoce bien los premios. Ha ganado bastantes, el Nadal, el Primavera, ahora el Planeta, entre otros. “Era un escritor extramuros, totalmente ajeno al mundo de la cultura y son los premios los que me han puesto aquí y los que me han permitido tener lectores. Nunca soñé con ser un escritor profesional, mentalmente estaba preparado para ganarme la vida con otra cosa”.
Recuerda con alegría que es el tercer escritor de novela negra que gana el Planeta. Le precedieron Manuel Vázquez Montalbán (Los mares del sur) y Francisco González Ledesma (Crónica sentimental en rojo). “El género negro en general está mal visto por los estamentos literarios y no lo digo en sentido reduccionista, pero en esto España es especial. Sería impensable que en otro país concedieran un premio tan importante a una novela negra”.
Lorenzo Silva (Madrid, 1966) vivió 14 años trabajando 12 horas al día como abogado o como asesor fiscal. Escribía por la noche o durante las vacaciones. “Por eso acabé El lejano país de los estanques en 30 puñeteros días. No había otra forma”.
En 15 años ha publicado cinco novelas y un libro de relatos sobre la popular pareja de picoletos, a los que ahora se añade La marca del Meridiano. “No soy amigo de la cosecha anual y más aún con un personaje serial. Algunos grandes escritores lo han hecho y les ha salido mal, hay que dejar al menos un año en barbecho”.

Lorenzo Silva

Los guardias civiles 

de Lorenzo Silva 

ganan el Planeta

Mara Torres, presentadora de ‘La 2 Noticias’, queda finalista del premio con 'La vida imaginaria'

El galardón se asigna en una gala presidida por José Manuel Lara Bosch, del grupo Planeta

El año pasado triunfó Javier Moro


Hay que asegurar el tiro en tiempos de crisis. Por eso ayer en Barcelona, la 61ª edición del Premio Planeta hizo gala de su ticket triunfal, predilecto, de fino laboratorio: escritor de notoriedad en el género al alza —ahora la novela policiaca— y finalista reconocido por su presencia en los medios, a poder ser la televisión. Y así, el ganador ha sido el madrileño Lorenzo Silva, padre de la pareja de la Guardia Civil Bevilacqua y Chamorro, cuya séptima entrega se titula La marca del meridiano y le ha reportado 601.000 euros.
Le acompañó en el podio la periodista Mara Torres, presentadora de La 2 Noticias de TVE, que quedó finalista (150.250 euros) con su debut en la ficción, La vida imaginaria, historia de una mujer que intenta superar una ruptura sentimental.
La pareja de picoletos que Silva (Madrid, 1966) concibió en un mes del verano de 1995 ha sido de lo más fructífero que ha hecho en una carrera dilatada ya en el tiempo (empezó en 1980) y en la producción, unos 40 títulos. La mitad, novelas. Con una de ellas, La flaqueza del bolchevique, fue finalista del Nadal en 1997, galardón que obtendría solo tres años después con El alquimista impaciente, la segunda entrega ya de los investigadores de la Benemérita que hizo debutar en 1998 con El lejano país de los estanques, premio Ojo Crítico.
Desde entonces son ya siete los títulos que han protagonizado el que empezó como sargento, el uruguayo Rubén Bevilacqua, y la joven seca y tímida guardia Virginia Chamorro. A base de diálogos ajustados y sinceros, Silva aprovecha los casos para, con una cadencia de tres años, hacer de sus personajes “testigos de la sociedad española contemporánea”.
En esta ocasión, el ya brigada Bevilacqua, afincado en Madrid, ha de investigar un caso, en Barcelona (entre las dos ciudades pasa el meridiano), que le lleva a remover su pasado y el de gente que “no deberían haber cruzado determinadas rayas ni saltado códigos de honor y por ello deben pagar”. Silva aprovechó la ocasión para hacer una metáfora de la tensión entre Cataluña y España: “Entre Madrid y Barcelona espero que no haya nunca ninguna raya divisoria. Todo lo que pueda haber no son más que rayas imaginarias”.
La carrera de Silva parece marcada por la novela negra, ya que desde 2008 es el comisario del Festival Getafe Negro. Y también un experto en la Guardia Civil, al que dedicó el ensayo Sereno en el peligro (premio Algaba 2010). Y ello a pesar de contar con novelas como Carta blanca, con la que ganó el Primavera 2004. Ahora ha completado el tres en rayade los principales galardones del grupo (Nadal, Primavera, Planeta), como Lucía Etxebarria y Juan José Millás.
Para Torres (Madrid, 1974) ser finalista es el primer gran espaldarazo a su vertiente literaria, que ha arrancado tras la estela de su corta y notable trayectoria periodística, consolidada en la SER, donde llevó el nocturno Hablar por hablar entre 2001 y 2006, cuando saltó a La 2 Noticias, que presenta. En La vida imaginaria, una joven intenta superar el trauma de ser abandonada por su pareja. “Es una historia de amor. Un abandono que obliga a reinventarse en la vida, un periodo en que confundes realidad y deseo. Mi personaje es una reivindicación de la capacidad de soñar”.
La ausencia es un tema querido en Torres, que ha publicado el ensayo Sin ti, donde cuatro personajes comentan la pérdida de un ser querido.

Todos los ganadores del Planeta


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