Páginas

sábado, 17 de diciembre de 2011

Héctor Carreto / Santa Frígida, confesión de


Fotografía de Helmut Newton

Héctor Carreto
SANTA FRÍGIDA, CONFESIÓN DE

Tenía mucho calor
y me desvié
hacia la fuente.
Allí se apareció
frente a mis ojos
el demonio,
más parecido al minotauro Héctor
que a un ángel caído.
Y me desnudó como a una fruta.
Me mordió
¡ay!
me mordió todo el cuerpo.
Yo sentí sabroso alivio
en refrescar esos labios.
Pero no te enojes, amado mío,
te traigo intactos
el alma
la cáscara
y el hueso.



No hay comentarios:

Publicar un comentario