domingo, 22 de diciembre de 2019

Leyla Josephine / Creo que era una ella

Leyla Josephine
Foto de Jassy Earl

Leyla Josephine

Creo que era una ella


Creo que era una ella.

No.

Sé que ella era una ella y pienso que ella

se habría visto exactamente igual a mí:

cachetona, ojos color avellana, cabello grueso y castaño

que pude haber chapado en mis sueños durante la noche.

Habría pegado estrellas fosforescentes en su techo

y le habría dicho que eran luciérnagas

para protegerla de la oscuridad.

Le habría contado historias sobre su abuelo.

Pudimos haber alimentado a los cisnes en el parque.

Ella habría sido como tú también, largas extremidades

con una sonrisa sarcástica y el más nuevo par de patadas.
Ella habría sido fuerte,

más fuerte de lo que yo nunca fui

y le habría enseñado todo lo que mi madre me enseñó

la habría llevado a todos los museos

donde pudiera ver huesos de dinosaurios

y observarlos y preguntarse sobre todas las cosas

que vinieron antes de que ella naciera.
Ella pudo haber nacido.

Yo me habría asegurado de que tuviéramos un espacio

en la pared para medir su altura mientras creciera.

Me habría asegurado de ser una buena madre a la cual admirar.

Pero habría apoyado su derecho a decidir

a elegir una vida para ella misma,

un camino para ella misma.

Habría muerto por ese derecho

justo como ella murió por el mío.

Lo siento, pero llegaste en el momento incorrecto.

No estoy avergonzada. No estoy avergonzada. No estoy avergonzada.

Estoy harta de contener estas palabras.

No estoy avergonzada.

Era una adolescente

con un chico que amaba entre sus muslos

que se sentía muy lejos.

Días de edredón y limosnas no planean bien una familia.

Soy una de tres. Soy una de tres. Soy una de tres.

He tenido que tallar en la parte de abajo del cerezo

que se ha enraizado en mi sangre

y ha florecido en mi cerebro

una responsabilidad que no tenía energía

ni edad para mantener

Las ramas hacen sombras sobre el resto del jardín

La corteza que provoca mis pensamiento,
mi corazón se endurece.

No estoy avergonzada. No estoy avergonzada. No estoy avergonzada.

Es un vacío que se siente lleno,

un adormecimiento que se siente pesado.

Deja de intentar que encaje esta sensación

en un folleto de duelo del Servicio Nacional de Salud-

Tengo permiso de sentir todo, tengo permiso de sentir.

Soy una mujer ahora, estoy hecha de acero,

y ella no era una niña y ella no era un niño.

Esa sólo es la mierda que recibes

para mantenerte fuera del parlamento

y estancada en la licencia de maternidad.

No murmures asesinato detrás de mí

Muerte.

Eso es 192 por día

de ganchos de ropa, analgésicos, el callejón de atrás.

No murmures asesinato detrás de mí

El mundo entero realiza abortos como si fuera tarea:

buscando la respuesta en las arboledas de nuestras palmas,

las protuberancias de nuestros vientres,

los susurros en nuestras orejas,

sólo para ser confrontadas con signos de interrogación.

Las mujeres han estado escondidas en los libros de historia.

Después de todo es historia.

La historia de él.

Bueno, esta es la historia de ella,

nuestra historia, maldita sea,

esta es mi historia

y no será escrita a lápiz y borrada con culpa.
Será escrita con pluma y hablada con coraje.

La escucharás en la radio en tu camino al trabajo,

la estudiarás en clase de  inglés,

la leerás en los tableros  de anuncios de las cafeterías

a un lado de los volantes de yoga para bebés.

Porque no estoy avergonzada, no estoy avergonzada, no estoy avergonzada.

Ahora soy una mujer.

No seré domesticada.

Tengo la determinación de que esta terminación

todavía tendrá una forma de creación.

No seré inútil.

Este es mi cuerpo. Este es mi cuerpo. Este es mi cuerpo.

No me importan tus ignorantes puntos de vista

cuando me convierta en madre, será cuando yo lo elija.


La traducción fue realizada por el equipo editorial de El Periódico de las Señoras, sin fines de lucro y con la intención de difundir la literatura hecha por mujeres.

Leyla Josephine es una performer de slam y actriz teatral originaria de Glasgow. Actualmente reside en Prestwick. Acaba de terminar la gira 5 * Hopeless show, que fue finalista para el programa Saboteur Best Spoken Word 2018. Ha ganado varias competencias de slam, como el 2014 National Slam, asimismo, fue finalista en el Campeonato Scottish Slam de este año. Pasa la mayor parte de su tiempo enseñando poesía y teatro, animando a otros a encontrar su voz a través de la escritura personal. Su libro “Hopeless” está disponible a través de su sitio web y fue publicado por Speculative Books.

EL PERIÓDICO DE LAS SEÑORAS


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